“Primero hay que conseguirse una imagen de la Virgen de Caacupé: Estampas, imágenes, cuadros, lo que sea. Segundo, armar un pequeño nicho o algún santuario en algún rincón. Y ahí adornarlo todo, poner un rosario; incluso la fotografía familiar para que bajo su amparo su familia sea protegida. Otro, por ejemplo, que le coronen a ella con un ramito de flores como diciendo: ‘Serás la reina de esta casa y de nuestros hogares’”, aconseja.
Y prosigue: “Después colocar el rosario en sus manos, diciendo: ‘Esta es el arma fundamental con la cual vamos a proteger a nuestras familias de todos los males. Ahí se encienden las velas, se tiene un reclinatorio donde arrodillarse para rezar”. También plantea hacer consagraciones, mediante el rezo en familia de la oración a la Virgen Madre y entronizaciones con la imagen santa. Así durante cada día de la misa novenaria, hasta el 8 de diciembre. “Es una idea vaga que te estoy dando, pero vamos a ir indicando en estos días cómo preparar este itinerario de la peregrinación de corazón, virtual, en familia, pidiendo por el vecino y rezando por quienes no nos acordamos”, apuntó.
Vamos a ir indicando cómo preparar este itinerario de la peregrinación de corazón, virtual, en familia.
Mons. Ricardo Valenzuela
obispo de Caacupé.