Este decreto fundamenta la creación de la Vicaría Episcopal y el nombramiento del primer vicario episcopal de Ñeembucú, que estará atendiendo las necesidades pastorales que surjan, así también ayudará a fomentar la acción pastoral de Ñeembucú y acompañar espiritualmente al obispo en su gobierno pastoral de la diócesis, agrega el padre Bernardo Ríos, designado para cumplir dicha misión.
El vicario tendrá como tarea acompañar de cerca a todas las parroquias de Ñeembucú y por tanto esto implica contar con una pequeña estructura, un equipo con el que se debe trabajar en comunión, bajo la guía y la orientación siempre del obispo de la diócesis. Remarca el decreto refrendado por el monseñor Collar. Sostiene el vicario que “esto es un gran paso para ir organizando y promoviendo al Departamento de Ñeembucú como futura diócesis, que es la intención de la gente, de los sacerdotes, de las religiosas. Desde la conferencia se está analizando la posibilidad de la creación de nuevas jurisdicciones eclesiásticas, esto es un gran paso para la pastoral y organización diocesana de la zona de Ñeembucú”, agrega el padre Bernardo.
La Vicaría Episcopal territorial depende directamente del obispo de la diócesis. El padre Bernardo Ríos es además párroco de la parroquia San José Artesano, que cuenta con un hermoso templo y además será la sede de la Vicaría. “El párroco es el pastor de la comunidad, debe estar cerca de la gente, para enseñar, santificar y regir la comunidad”, refirió el obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Pedro Collar. Pidió el vicario y párroco que siempre tenga en cuenta a la Pastoral Juvenil, además de otras actividades que llegan a la comunidad. JJB
