08 feb. 2025

Obispo insta a trabajar por la paz y eliminar la corrupción

Un fuerte mensaje contra la guerra de Ucrania y contra la corrupción, a tres días de la designación de significativamente corrupto del vicepresidente y candidato a presidente Hugo Velázquez por parte de EEUU, lanzó ayer el obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, durante su homilía en la misa central de los domingos.

“¿Veríamos la paz? Sí, veríamos la paz, pero amenazada por guerras y por la construcción de nuevas y poderosas armas, capaces de matanzas y destrucciones incalculables”, declaró para luego referirse al conflicto actual en Europa.

“Miremos nomás la guerra contra Ucrania, cómo se están matando, quemando vehículos y bienes, y destruyendo ciudades”, manifestó.

Política. Valenzuela abarcó también, en su discurso, la mala práctica de los políticos locales y de todo el mundo, que terminan en temas como la corrupción.

“Para lograr la paz se debe quitar de raíz la miseria, el odio, las injusticias y la corrupción que hace tanto daño, que destruye todos los proyectos”, acotó.

El religioso citó al profeta Isaías, quien había escrito que cuando la corrupción toca fondo, “absolutamente todo se cae en el mundo”.

“Que brille la justicia y el respeto sobre nuestro pueblo, eso es lo que deseamos, eso es lo que queremos y eso es lo que anhelamos”, sostuvo el obispo ante la atenta mirada y aprobación de los feligreses.

Para todo esto, afirmó Ricardo Valenzuela, se necesita en primer lugar un espíritu firme, una mística más un conjunto de ideas claras y positivas que nos lleven para adelante. “Para ello, precisamos de un grupo de hombres auténticos, íntegros y honestos”.

El monseñor también realizó una crítica a la vida que llevan los jóvenes, fuera de la cultura de la paz y entregados a cuestiones mundanas. “Vemos a nuestros jóvenes entregados al placer, las drogas, las rebeldías. La deshonestidad y la inmoralidad recorriendo los sectores de la sociedad y el materialismo sin Dios, que transforma a las personas en cosa. En una palabra, muchedumbre inmensa apartada de Dios, y de todo ideal que desconoce la verdad, adormecidos en la sensualidad y entregados a la total apariencia de ese fariseísmo, a la tristeza de mentiras, al novio y luego la muerte”. (DB)