Así lo anunció la Casa Blanca en un comunicado después de que Obama se reuniera con el líder del Caucus Hispano del Congreso (CHC por sus siglas en inglés), Rubén Hinojosa, el presidente del Grupo de Trabajo de Inmigración del CHC, Luis Gutiérrez, y el presidente del Caucus Demócrata en la Cámara Baja, Xavier Becerra.
En este encuentro, Obama explicó que ha pedido al secretario de Seguridad Nacional (DHS), Jeh Johnson, que le presente un informe de las políticas de deportaciones para ver cómo se puede aplicar la normativa “de una forma más humana”, siempre dentro de los límites de la ley.
El mandatario estadounidense expresó asimismo su “profunda preocupación” por la separación familiar que implican las deportaciones y subrayó su compromiso para presionar a la oposición republicana con el objetivo de que salga adelante cuanto antes su prometida reforma migratoria.
Según los medios locales, la reunión de Obama con el Caucus Hispano, que no estaba prevista, llega en un momento en el que los legisladores ultimaban una resolución en la que le instaban a utilizar todos los medios legales para suspender, retrasar o detener las deportaciones de inmigrantes.
Su política de deportaciones le valió a Obama duras críticas por parte de la comunidad hispana, cuyo apoyo fue clave en sus dos campañas presidenciales. EFE