La disolución fue aprobada por 92 votos a favor y ninguno en contra, sobre un total de 120 escaños. Antes de la votación, los diputados israelíes fijaron el 1 de noviembre como fecha de las próximas elecciones legislativas.
Esta disolución pone fin a un año de breve gobierno del primer ministro saliente israelí, Naftali Bennett, al frente de una coalición de ocho partidos (derecha, izquierda, centro), que incluía por primera vez a una formación árabe, algo histórico en Israel.
Su principal objetivo era poner fin a doce años ininterrumpidos de poder del derechista Benjamin Netanyahu, pero también formar un ejecutivo, lo que fue imposible al cabo de las tres precedentes y reñidas elecciones.
Horas antes de la disolución del Parlamento –prevista inicialmente el miércoles por la noche y luego pospuesta al jueves por retrasos en otras votaciones–, Bennet anunció que no será candidato en las próximas elecciones.
El acuerdo de coalición incluía una alternancia en el poder y una cláusula que establecía que Lapid sería primer ministro interino hasta la formación de un nuevo gobierno en caso de disolución del Parlamento.
Un año más tarde de suscrito este histórico acuerdo, la coalición perdió su mayoría en la Cámara del Parlamento y Bennett anunció la semana pasada su intención de disolverla para convocar a nuevas elecciones. AFP