Según Contreras, el proyecto para la construcción de la nueva sede de la Embajada de los Estados Unidos en Asunción, inició en el 2006 y se comenzó a diseñar con más dirección en el 2013. El anterior edificio, construido en 1954, ya no contaba con la capacidad para las funciones actuales, razón por la que el Gobierno estadounidense decidió construir el nuevo predio.
El profesional explicó que el interior del edificio estará ocupado por varios artefactos y piezas de arte, tanto de Estados Unidos como de artistas paraguayos e incluso del arte guaraní.
Mismo espacio. Al principio, se decidió construir en un nuevo sitio, sin embargo, por cuestiones de la ubicación estratégica de la anterior sede, se decidió proseguir con el proyecto en el mismo lugar. Seguridad, administración y resiliencia fueron los ejes centrales del diseño.
Otro aspecto destacado fue la decisión de que la nueva Embajada posea una imagen regional y por esa razón, el diseño fue inspirado en la arquitectura local como las expresiones voluminosas, además se tuvo en cuenta la geometría de los textiles paraguayos.
Particularidades. El proyecto contó con cuatro principios conductores para su elaboración. La presencia: la necesidad de proyectar una presencia pública con aspectos arquitectónicos para establecer el propósito final del edificio, la diplomacia misma. La comunidad: al tenerse en cuenta la ubicación, en la que convergen dos grandes avenidas. El alto rendimiento: la definición de aspectos sostenibles, como la reducción del carbono, la disminución del uso de energía eléctrica, el aumento de la productividad con la luz natural y el aire limpio. Y el paisaje: estar compuesto por una rica diversidad de flora y fauna.
La nueva Embajada cuenta con múltiples entradas, entre principales y otras menores. Además del edificio de la Cancillería, en el terreno se ubican un pabellón recreativo, un espacio residencial, otro sector para los servicios e incluso una piscina, todo esto en medio de un paisaje lleno de árboles.
El arquitecto destacó que no es habitual que las embajadas cuenten con un terreno tan amplio, lo que posibilitó la inclusión de varios espacios en este nuevo edificio.
En ese sentido, la amplitud también posibilitó el diseño de un sistema que, además de reaprovechar el agua de las lluvias (que luego es usado para regar las plantas), evita que al llover se recargue el sistema pluvial de la ciudad con lo acumulado.
En detalle
La nueva sede de la Embajada de Estados Unidos en Asunción cuenta con varios espacios, además de la Cancillería, cuenta con un pabellón recreativo, un espacio residencial e incluso una piscina. La arquitectura del edificio cuenta con una inspiración local y albergará piezas de arte de varios artistas paraguayos.