26 jul. 2025

No hay cristianismo sin cruz y no existe cruz sin Jesucristo

Hoy meditamos el Evangelio según San Juan 3,7-15

El papa Francisco a propósito del Evangelio de hoy dijo: “El Señor en el desierto ordena a Moisés que haga una serpiente y la ponga sobre un asta, y le dice que quien será mordido por las serpientes y la mirará permanecerá con vida.

Pero ¿qué es la serpiente?: la serpiente es el signo del pecado, como ya vemos en el Libro del Génesis cuando la serpiente sedujo a Eva, proponiéndole el pecado.

Y Dios manda que se eleve el pecado como bandera de victoria.

Jesús dice a los judíos: “Cuando habrán levantado al Hijo del hombre, sabrán que Yo Soy”.

Por lo tanto, en el desierto se levantó el pecado, pero es un pecado que busca la salvación, porque cura ahí. Quien es elevado es el Hijo del hombre, el verdadero Salvador, Jesucristo.

El cristianismo es una persona, una persona elevada, en la Cruz, una persona que se anonadó a sí misma para salvarnos; se ha hecho pecado.

Y así como en el desierto fue elevado el pecado, aquí ha sido elevado Dios, hecho hombre y hecho pecado por nosotros. Y todos nuestros pecados estaban allí.

No se comprende el cristianismo sin entender esta humillación profunda del Hijo de Dios, que se humilló a sí mismo haciéndose siervo hasta la muerte y muerte de Cruz, para servir.

Y por esto el apóstol Pablo cuando dice de qué cosa se gloría Él (y también podemos decir de qué cosa nos gloriamos nosotros): “De nuestros pecados”.

Nosotros no tenemos otras cosas de las cuales gloriarnos, esta es nuestra miseria. De parte de la misericordia de Dios, nosotros nos gloriamos en Cristo crucificado. Por esta razón, no existe un cristianismo sin la cruz y no existe una cruz sin Jesucristo“.

(Frases extractadas de https://www.pildorasdefe.net/liturgia/Evangelio-II-Martes-pascua-Juan-3-7-15-Jesus-moises-serpiente)