30 abr. 2025

No dejar que la desinformación evite la aplicación de vacunas

Ante la sensible falta de concurrencia de los adultos mayores a los lugares de aplicación de las vacunas contra el Covid-19, las autoridades deben plantear mejores estrategias para vencer los temores causados por la propagación de noticias falsas entre la población. Evidentemente, hace falta una mejor campaña de información sobre la seguridad que ofrecen las vacunas y los beneficios de su aplicación, como también emplear métodos más directos para llegar hasta las personas habilitadas para inocularse. Es fundamental contar con mucha mayor cantidad de biológicos en la brevedad posible y alcanzar a la mayor parte de los habitantes del país para obtener la llamada inmunidad de rebaño como la manera más probable de superar la crisis ocasionada por la pandemia y recuperar la plena reactivación de la economía y la vida del país.

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El Ministerio de Salud expresó su preocupación por la baja afluencia de los registrados para recibir las vacunas contra el Covid-19.

Foto: Luis Enriquez.

De las aproximadamente 11.400 personas, mayores de 70 años, que deberían acudir a recibir las vacunas contra el Covid-19, tras haberse registrado previamente en el portal web vacunante.gov.py, solamente están acudiendo alrededor de la mitad en la mayoría de los locales habilitados para la aplicación de las dosis.

Esta llamativa situación se debería, principalmente, al miedo que tienen muchas personas, especialmente los adultos mayores, a las vacunas que se están administrando ante la pandemia del coronavirus, por creer exageradamente en las campañas de desinformación, propagadas como noticias falsas que circulan en las redes sociales en internet y en los servicios de mensajería instantánea como WhatsApp.

El propio ministro de Salud, Julio Borba, ha reconocido que, por ejemplo, en la jornada del miércoles último estaban registradas 14.000 personas que debían ser vacunadas, de las cuales poco más de 6.500 a 7.000 personas acudieron a recibir las dosis. “Lo que más llama la atención y preocupa es que se trata de personas que ya se registraron y que no van a los vacunatorios”, indicó, alegando que probablemente se nieguen a recibir la dosis “por motivos culturales”.

La doctora Leticia Meza, directora del Centro de Salud de Ypané, indicó a este diario que ese mismo miércoles, en dicha sede estaban preparados para vacunar a 100 personas, pero solo acudieron unos 40 abuelitos. El domingo pasado solo asistieron tres personas.

Las versiones propagadas por los sectores antivacunas son diversas, pero en la mayoría de los casos carecen de fundamentos científicos y han sido refutadas por las autoridades sanitarias y los expertos.

Entre ellas, mencionan que las vacunas anti-Covid son aún experimentales, que su eficacia no está probada, que modifican el ADN, que causan infertilidad en mujeres y hombres, que ocasionan efectos adversos peligrosos como la trombosis, que contienen un microchip de rastreo creado por el magnate Bill Gates para controlar a las personas y convertirlas en robot.

Todas estas afirmaciones han sido refutadas con evidencias científicas, incontables veces, destacando fehacientemente que todas las vacunas cuyo uso ha sido autorizado por las autoridades de Salud han demostrado alta efectividad y gran seguridad, y que el riesgo de no aplicarse es muchísimo mayor que los posibles efectos adversos mínimos que podrían tener eventualmente todas las vacunas. Sin embargo, las informaciones falsas siguen teniendo mucho más impacto en la gente que la información real oficial, con base científica.

Evidentemente, hace falta una mejor campaña de información sobre la seguridad que ofrecen las vacunas y los beneficios de su aplicación, como también emplear métodos más directos para llegar hasta las personas habilitadas para inocularse.

Es fundamental contar con mucha mayor cantidad de biológicos en la brevedad posible y alcanzar a la mayor parte de los habitantes del país para obtener la llamada inmunidad de rebaño como la manera más probable de superar la crisis ocasionada por la pandemia y recuperar la plena reactivación de la economía y la vida del país.