Los parlamentarios tampoco estuvieron interesados en instalar un debate libre sobre la situación del país.
Al final, los que intervinieron dejaron sentada su postura, por un lado los que cuestionaron el golpe, y por otro los que lo justifican por la ambición de Morales de continuidad en el poder.
Esperanza Martínez, del Frente Guasu, hizo un relato de los hechos que se fueron dando en Bolivia.
Alegó que Morales había convocado a elecciones que fueron legitimadas por las autoridades de su país, e inclusive la OEA (Organización de Estados Americanos).
Refirió que ganó por más del 10% y lo que se cuestionó fue la necesidad de una segunda vuelta, ante denuncias sobre irregularidades.
Remarcó que en medio de ese proceso “grupos violentos de carácter fascista comenzaron a producir una revuelta social”.
Destacó que con Morales hubo mejores resultados económicos, políticos y sociales, citando el aumento del producto interno bruto (PIB), la disminución de la pobreza y los índices de alfabetismo.
Carlos Filizzola, también del Frente Guasu, hizo una larga exposición en defensa de Evo, y sostuvo que su salida fue una cuestión orquestada.
El cartista Enrique Riera habló de una “narcodictadura” en Bolivia, y cuestionó que Evo no haya pedido asilo en Venezuela o Cuba.
Criticó que haya huido del país, y alegó que por lo menos Salvador Allende se quedó en el Palacio de la Moneda. El ex presidente chileno murió durante un golpe militar.
La abdista Blanca Ovelar hizo referencia a lo señalado por el doctor Benjamín Arditi, quien señaló que si no era un golpe de Estado, Evo tenía que terminar su mandato.
Felicitó al presidente Mario Abdo Benítez por ofrecer asilo político al boliviano.
El luguista Hugo Richer sostuvo que la salida tenía que ser política, y no por la vía de los militares ni policías.
Sixto Pereira advirtió que la misma crisis se podría dar en Paraguay sino se hacen medidas correctivas en el Gobierno. Para Pedro Santa Cruz también fue un golpe.
El liberal Víctor Ríos sostuvo que se trató de un “golpe militar puro y duro”. Pidió coherencia a sus colegas de no tolerar la violación de la Constitución ni a la derecha ni a la izquierda, poniendo como ejemplo el intento de Horacio Cartes de la reelección presidencial vía enmienda.