Los adelantos de salarios y aguinaldos, especialmente a los funcionarios públicos, prácticamente se agotaron en los últimos dos meses del año pasado y no alcanzaron para dar un respiro al arranque de este año.
“Hay una precaución en materia de consumo, el año pasado en diciembre se han adelantado el pago de salarios y aguinaldo en el sector público particularmente y esos recursos fueron utilizados rápidamente en el mes de diciembre, enero fue un mes muy largo para toda la sociedad, consecuencia de que mucha gente tomó compromisos financieros, tomó créditos durante el 2019 y por lo tanto enero fue un mes donde el consumo se ralentizó bastante, en febrero no terminó de recuperarse el consumo”, explicó al respecto el asesor económico de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), Rubén Ramírez. El especialista apuntó al sobreendeudamiento de los paraguayos, lo que a su vez hizo que disminuyeran su consumo.
Sin embargo, coincide con las buenas perspectivas agrícolas y por eso espera que se podría experimentar una mejoría a finales de marzo y principios de abril con las primeras exportaciones de soja. “Estamos creciendo, pero el avance es lento todavía”, expresó.
Motivos. A nivel local, Ramírez recordó que hay un atraso del calendario agrícola debido a la sequía del año pasado y esto repercute en el tardío envío de oleaginosa al mercado internacional, mientras como factor externo, se observa que los precios en la bolsa de Chicago van cayendo como efecto del coronavirus de China, a lo que se suma la incertidumbre de la economía regional.
“Hay una serie de ruidos en el escenario internacional y en el regional, la economía argentina también está estancada sufre un momento en que las negociaciones sobre la deuda externa no están avanzando, no queda muy claro cuál es el plan económico en materia fiscal de políticas de desarrollo de ese país y por lo tanto, también es una economía que está prácticamente inmovilizada. En cuanto a Brasil, hemos tenido una devaluación importante del real, si bien hay un fortalecimiento del dólar, el real se ha devaluado”, agregó.
Su principal preocupación se centra en Argentina, donde la retención a las exportaciones de soja subió al 33%, lo que podría acarrear nuevas barreras para ingreso de la materia prima paraguaya.
Sobre este punto, propone un diálogo desde el Mercado Común del Sur, pues el 70% de los granos son destinados al territorio argentino y un quiebre del flujo comercial, podría representar un gran golpe para la economía nacional.
En cuanto al rol del Estado, el economista mencionó que algunos proyectos sociales “prendieron”, como el arranque de obras públicas para generar empleo y la construcción de viviendas sociales.