Primeramente indicó que hubo devaluación en Argentina, cuyos productos originarios cuestan más baratos para los extranjeros. Por ende, al ingresar esas mercaderías a la plaza local se produce la llamada “deflación importada”, que le saca presión a nuestra inflación, con lo que el Banco Central del Paraguay puede hasta permitir un nivel más alto en la cotización del dólar.
“La banca matriz puede permitir niveles sin poner en riesgo el cumplimiento de su meta de inflación. Ahora se está dando una presión al alza, por la demanda de dólares de los importadores, que renuevan su stock de cara a las ventas de fin de año”, destacó.
El fenómeno de la variación fuerte en la diferencia cambiaria este año se siente con más intensidad, según el analista, porque no hubo en el presente periodo el ingreso de divisas, proveniente de la exportación de soja, que tuvo una caída del 23% en el caudal de dólares que debió ingresar.
“Hay menos divisas disponibles; y ahora está la demanda incipiente del comercio, que quiere recuperarse, pero con un escenario de desequilibrio entre oferta y demanda”, enfatizó.
De igual manera, estimó que si el BCP está permitiendo la suba sin intervenir tanto en el mercado cambiario local, es porque los niveles actuales de la cotización son todavía compatibles con la meta de inflación del 4%, fijada para este año.
Respecto del real, indicó que también perdió su fuerza frente al dólar en un 50% aproximadamente este año, siendo que Paraguay apenas lo hizo en un 6% aproximadamente, y que existe aún un rango para que siga devaluándose el guaraní, sin que eso signifique poner en riesgo la meta inflacionaria.
