02 nov. 2025

Niños padecen triste realidad

Marta Valiente descansa plácidamente en un pasillo del barrio Zavaleta, una de las villas miseria más grandes de Buenos Aires. A sus 62 años, y tras haber criado a tres hijos, colabora en un comedor que está próximo a su vivienda, al que todos los días acuden cientos de niños en busca de alimentos y compañía.

“Cada día aumenta más (el número de asistentes) para la leche, para la cena... Vienen chicas jóvenes con hijos chiquitos, que traen los documentos para poder anotarse. Si no vienen, no comen”, afirma Valiente.

Todos los vecinos del barrio coinciden en lo mismo: los niños y adolescentes son los que más sufren la pobreza en Argentina, agravada por una espiral inflacionaria que devalúa las ayudas del Estado y comprime el poder adquisitivo de quienes viven de un empleo no registrado.

Según los últimos datos oficiales, la pobreza urbana afecta al 54,2% de los argentinos de entre 0 y 14 años, 14,5% más que hace cinco años, lo que consagra a este grupo como el más vulnerable del país. Un 33% de los menores de edad de Argentina padecen inseguridad alimentaria y otro 14,4% sufren inseguridad alimentaria severa, según el último informe del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia. EFE