“Dicen que unas personas muy malas le tienen preso a mi tío Fidel y piden dinero para largarle, yo con mis amiguitos y con mi mamá estamos juntando toda la plata que podemos para que él pueda salir pronto, y pasar la Navidad con su familia”, dice Ángel Gabriel, un niño de 9 años, integrante del Coro Rayito de Luz, del oratorio San Cayetano, en el barrio Santo Domingo de Lambaré.
Ángel muestra su camisa azul con dibujos del Hombre Araña, su héroe preferido, que Fidel Zavala le regaló personalmente en el anterior Día de Reyes, 6 de enero, cuando llegó con toda la familia hasta el humilde barrio para compartir con ellos, y les ofreció un día de alegría con “globo loco”, payasos, almuerzo y muchos regalos.
“Desde hace 10 años, los miembros de la familia Zavala-Serrati son nuestros ángeles guardianes, especialmente el tío Fidel, como le llamamos cariñosamente. Yo les conocí cuando vendía lotería en la calle, y le conté que tenía el sueño de formar un coro con niños en mi barrio. Fidel y su familia se ofrecieron a ayudarme desde entonces, con mucha generosidad”, cuenta Nancy Patiño, la directora del coro.
Ella es una mujer humilde y laboriosa que lleva adelante un valioso trabajo de promoción y educación infantil, en torno al oratorio San Cayetano, con la ayuda de algunos vecinos. “El tío Fidel y su familia nos dieron recursos y cada año vienen a pasar con los niños en el Día de Reyes, el 6 de enero, a regalarles alegría, y también en la Fiesta de San Cayetano el 7 de agosto. Nunca quisieron que esto se sepa, pero cuando nos enteramos de su secuestro, los niños lloraron mucho y yo quise contarles a todos qué clase de persona solidaria y de tan gran corazón es el tío Fidel”, relata Nancy.
Ella se emociona al recordar que los niños le propusieron hacer una colecta y juntar dinero entre todos para pagar el rescate que exigen los secuestradores, y se pusieron a juntar moneditas, algunos billetes arrugados, a pedir ayuda a todo el humilde vecindario, convencidos de que iban a poder juntar los 5 millones de dólares.
Tampoco pudo evitar derramar algunas lágrimas, cuando les dijo a los niños que quizás este año no iban a tener fiesta de Reyes, porque la familia Zavala-Serrati estaba atravesando un momento muy crítico por el secuestro y seguramente no podría traerles sus regalos de todos los años. Uno de los chicos le respondió: “Vamos a pedirle a los Reyes Magos que en vez de traernos juguetes, nos traigan como regalo la libertad del tío Fidel”.
Alrededor, parte de los cerca de 50 niños que integran el coro, exhiben carteles con las leyendas: “Que tío Fidel ya esté con nosotros en Navidad”, “Que el Niño Jesús te ilumine, tío Fidel, y queremos que vuelva la paz”.