Mientras jugaba con los populares fosforitos, lanzó uno de ellos a un recipiente que contenía combustible. Eso produjo un fogonazo que impactó en su cuerpo, según los datos proveídos por personal del Servicio de Emergencias Médica Extrahospitalaria (SEME) que lo trasladaron ayer de urgencia hasta Asunción, a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Paraguaya.
“Tiene 10% de quemadura en el cuerpo, específicamente en el rostro, tórax y el cuello”, detalló el Dr. Bruno Balmelli, director del Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer).
Dijo que el estado del niño “es muy grave”, por lo que fue ingresado a terapia intensiva.
En Nochebuena, otros dos chicos fueron atendidos en el Cenquer, tras manipular pirotecnia. Uno, de 10 años, sufrió quemaduras en el rostro a causa de tirar también un petardo en un envase inflamable. “Tiró el fosforito en una lata de tíner y se quemó la cara”, contó Balmelli. Otro niño, de 11 años, sufrió quemaduras superficiales en el muslo, a causa del fosforito.
disminución. Para el director del Cenquer hubo una leve disminución de casos por petardos este año, con relación al 2018. “Hasta el momento, hay una ligera disminución, pero cerramos siempre Navidad el día 26 porque hay gente que sigue acudiendo y mañana (por hoy) van a seguir acudiendo también”, refirió.
Similar panorama se tuvo en el Hospital del Trauma que recibió, hasta ayer a la tarde, a cinco heridos por pirotecnia: un adulto y cuatro menores, cuyas edades oscilan entre 10 y 12 años. “Uno de ellos, el más grave de todos, se operó y está internado: perdió parte del dedo índice y el pulgar de la mano izquierda. Manipuló un cebollón”, relató el Dr. Agustín Saldívar, director del nosocomio.
“Una nena sufrió una herida en el iris (del ojo) por fosforito y tres varones sufrieron quemaduras en las manos por cebollón y 12x1”, aportó. Hasta el cierre de esta edición, el Hospital de Trauma reportó 142 consultas durante el 24 y el 25 de diciembre. Hoy, a las 9.00, darán a conocer los números sobre el cierre de casos.
Hay una leve disminución (de casos), hay más conciencia y seguramente también el tema de la crisis.
Bruno Balmelli,
director del Cenquer.