El papa Francisco ha recordado en una Audiencia general que “ninguno ama a Dios tanto como Él nos ha amado” y que “basta que miremos a Cristo en la cruz para descubrir la desproporción entre su amor y el nuestro”.
El Papa ha dedicado la catequesis a la petición del Padre nuestro que dice: “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden” y se ha leído el evangelio de San Juan. Anima a mirar a la cruz como una forma de comprobar que el amor que Dios nos tiene será eternamente mayor que el que nosotros le ofrezcamos. Durante la catequesis, el Pontífice ha resaltado cómo en todas las oraciones del cristiano se realiza una petición de perdón, para ser conscientes de que siempre seremos deudores de Dios.
Dada esta condición de deudores, el Papa considera que la soberbia es la actitud más negativa en la vida cristiana: “se arraiga en el corazón sin que muchas veces nos demos cuenta, e incluso afecta a las personas que llevan una intensa vida religiosa. Nos hace creer que somos mejores que los demás, casi semejantes a Dios, amenazando así con romper la fraternidad”.
Apropósito de la lectura Evangelio de hoy el Papa Francisco dijo: “Los doctores de la ley no entendían la alegría de la promesa; no entendían la alegría de la esperanza; no entendían la alegría de la alianza. ¡No entendían! No sabían ser felices, porque habían perdido el sentido de la felicidad, que viene de la fe.
Nuestro padre Abraham ha sido capaz de ser feliz porque tenía fe: se ha hecho justo en la fe. Estos habían perdido la fe. ¡Eran doctores de la ley, pero sin fe! Y aún más: ¡habían perdido la ley! Porque el centro de la ley es el amor, el amor por Dios y por el prójimo.
La alegría de la fe, la alegría del Evangelio es el criterio de la fe de una persona. Sin alegría esta persona no es un verdadero creyente. Abraham exultó en la esperanza de ver mi día. Lo vio y se llenó de alegría. Les exhorto a pedir al Señor la gracia de ser exultantes en la esperanza, la gracia de poder ver el día de Jesús cuando nos encontremos con Él y la gracia de la alegría.
(frases de https://es.zenit.org y https://es.catholic.net).