Un pedido de auxilio a la ciudadanía lanzaron desde el Frente por la Niñez y la Adolescencia, lamentando el inminente recorte de G. 106.000 millones al presupuesto del año entrante del Ministerio de la Niñez y Adolescencia (Minna).
De G. 178.000 millones que presupuestó la entidad estatal para el funcionamiento de programas sensibles como Abrazo o Painac, Hacienda aplicó un tijerazo del 60% y prevé brindar apenas G. 72.000 millones; son G. 106.000 millones menos de lo previsto. Incluso tendrá G. 8.000 millones menos que este año (tuvo G. 80.000 millones en 2019, su primer año funcionando con el rango de ministerio, antes era Secretaría Nacional).
La medida afectará a 3.300 familias con 33.000 niños, de acuerdo con los datos del Frente, conformado por organizaciones como Dequení, Juntos por la Educación, Global Infancia y Unicef.
El llamado de urgencia se realiza en el marco del tratamiento del presupuesto para el 2020 que se aprueba mañana en el Senado.
“La reducción presupuestaria significa un retroceso en la institucionalidad necesaria para garantizar una vida digna de niñas, niños y adolescentes, principalmente de los que viven en situaciones de pobreza extrema y los más vulnerables”, sostiene Marta Benítez, directora ejecutiva de Global Infancia.
Para Francisco López, adolescente de la Red Nacional de Niñez y Adolescencia del Paraguay (Rednna), Mario Abdo no está cumpliendo con los 20 compromisos de la niñez que firmó como candidato a la presidencia y que luego ratificó como presidente.
“Las voluntades políticas se notan y dejan en claro que dentro de las prioridades de los políticos no estamos nosotros”, apunta.
RECOMENDACIONES. El Frente sugiere al Poder Legislativo y al Ejecutivo reorientar recursos de otras áreas para que la niñez no quede desprotegida.
Piden incorporar los G. 106.000 millones al Ministerio de la Niñez, redestinar rubros de transferencias corrientes como transferencias de multas que obtienen Hacienda o Aduanas (rubro 949). Asimismo, usar para los niños y adolescentes fondos de combustibles del Ministerio de Defensa.
También aconsejan reorientar el dinero que va para subsidios de los partidos políticos y de la Justicia Electoral. Por otro lado, podrían usarse los recursos de gastos reservados de la Vicepresidencia y de la Presidencia.
“Estos rubros son solo indicativos, habida cuenta de que finalmente es la voluntad política la que determina la prioridad en el destino de fondos públicos”, afirma la organización en un comunicado.
Necesitamos como país un pacto fiscal para asegurar que todos los derechos de los niños sean cumplidos. Marta Benítez, directora de Global Infancia.
Lo que ocurre es que nos dicen una cosa, pero hacen otra. Vemos que no hay voluntad política para nosotros. Francisco López, de Rednna.
Solución de fondo es pacto fiscal para mejorar el uso de recursos
Un pacto fiscal que garantice un presupuesto para trabajar por garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes es el fondo de la cuestión, indican desde el Frente.
“Ahora mismo, lo urgente es asegurar estos G. 106.000 millones que faltan para que ningún niño quede desprotegido, por lo menos esto se debe asegurar”, comenta al respecto Marta Benítez, directora ejecutiva de Global Infancia.
Apuntan igualmente a la racionalización y modernización de los gastos corrientes, que se incrementen las inversiones y además que mejoren las condiciones laborales para un plantel burocrático reducido y de un nivel más alto.
Incluso es necesario incorporar los gastos sociales de las entidades binacionales en el Presupuesto General de Gastos de la Nación, sugieren.
PROGRAMAS AFECTADOS. El funcionamiento del Ministerio de la Niñez con los recortes previstos afectará a programas sensibles como Abrazo y Painac.
El primero se trata de un plan de transferencia condicionada para la disminución progresiva del trabajo infantil. Cuenta con tres componentes; la calle, la familia, centros y redes de protección.
Actualmente, al menos más de 3.000 adolescentes están dentro del proyecto.
El Painac (Atención Integral a las Niñas, Niños y Adolescentes que viven en las calles) trabaja con chicos y jóvenes que están en situación de calle, tanto en zonas urbanas como rurales.
Asimismo, cuenta con centros y albergues funcionando en todo el país.
