Mientras que el abogado Jorge Benítez, defensor de José Alfredo Gómez Vera (20), conductor de Bolt acusado de perseguir, atropellar y matar a Juan Bobadilla Quiñónez (47), aseguró que la intención de su cliente “no fue matar” a la víctima, sino que le siguió por el roce que tuvieron y perdió el control de su vehículo.
Sobre ese argumento, la fiscala señaló que tal justificación deberá ser corroborada por un perito de accidentología.
También detalló la agente que la investigación del caso contempla una evaluación sicológica y siquiátrica para el encausado.
Por su parte, el abogado de Gómez Vera señaló que su defendido “no es que haya tenido la intención real de matarle, sino que intentó alcanzarle para poder hablar y ver si podía reponerle el retrovisor, pero tampoco el señor atinó a quedarse para conversar. Dolorosamente esto termina de esta manera”.
Explicó que el joven “perdió el control de su vehículo como consecuencia de una lomada no señalizada”.
Ramón Rojas, testigo del hecho, declaró que el chofer “nunca demostró la actitud de que fue sin querer, en todo momento se lamentaba el daño que le ocasionó el motociclista. “Él se sentía más víctima que la persona fallecida”, observó.