Al cierre del tercer mes del año, el saldo contable de las tarjetas de crédito dentro del sistema bancario se ubicó en un monto de G. 3,46 billones (equivalente a casi USD 480 millones al cambio actual), logrando uno de los niveles más elevados en términos históricos, a la par del resultado que fue obtenido en el primer mes de 2023. Esto, a su vez, representa un incremento de más de 17% interanual, es decir, con relación al mes de marzo de 2022.
Por otro lado, si se analiza la cantidad de plásticos vigentes dentro del mercado, los números también son positivos. Para el cierre de marzo del 2023, se alcanzó un total de 942.974 plásticos emitidos por las entidades bancarias, lo cual representa un aumento de más de 11% con relación al mismo mes, pero del año pasado, cuando los bancos contabilizaban poco más de 845.000 tarjetas de crédito habilitadas y en vigencia.
Es de resaltar que las cifras del negocio de las tarjetas de crédito están al alza pese a que en los últimos meses se había configurado un notorio aumento de las tasas de interés, que guarda estrecha relación con el incremento que venía realizando el BCP en cuanto a su tasa de política monetaria. Pese a que la dinámica se nota más estabilizada en la actualidad, en línea con otros tipos del mercado, cabe mencionar que los niveles se mantienen elevados, sobre todo en comparación con años anteriores.
En el caso de los plásticos, la referencia (tasa de interés) máxima fue establecida en poco más de 18% en guaraníes por el ente financiero matriz, tope que rige no solamente para los bancos, sino que sirve igualmente para las financieras y las cooperativas del país. La tasa tope para las operaciones con tarjeta se fija con base en lo que establece la conocida como Ley de Tarjetas, que está vigente desde 2015 hasta ahora, pese a las críticas que se realizan a la normativa desde el sector bancario y los cuestionamientos que tiene el propio ente financiero matriz.
tendencia. En el corto plazo, la expectativa es que el segmento de las tarjetas de crédito continúe creciendo y mostrando números positivos, teniendo en cuenta factores como la tendencia de menor inflación, que motivaría a un mayor consumo de los tarjetahabientes. Adicionalmente, en línea con el menor incremento de los precios, el BCP debería en algún momento bajar su tasa de política monetaria, lo cual también ayudará a reducir los tipos para las tarjetas.