Las adolescentes van descartando a los candidatos por las respuestas que van dando, hasta que queda solo uno. El ganador de la cita a ciegas se saca la máscara y resulta ser un hombre de aproximadamente 50 años.
La intención es instalar el tema de la facilidad con que los adolescentes pueden ser engañados para compartir datos en redes sociales.
Según datos recogidos por Global Infancia y Unicef, en Paraguay cuatro de cada diez jóvenes de entre 15 y 17 años contactan con desconocidos a través de redes sociales.
Las estadísticas revelan además que tres de cada diez adolescentes de entre 12 y 14 años comparten datos con extraños, al igual que dos de cada diez niños de entre 9 y 11 años de edad.
El informe dado a conocer en 2017 reveló también que aproximadamente ocho de cada diez jóvenes tienen teléfonos celulares con acceso a internet, por lo que se hace más fácil difundir datos privados sin que los padres lo sepan.
El problema principal para la generación de personas mayores de 30 años de edad con los adolescentes es la enorme brecha cultural y digital que existe.
Los adolescentes están acostumbrados a utilizar las redes sociales para comunicarse, compartir fotos y videos, sobre cualquier tipo de actividad que realizan.
Para la mayoría de los que superamos la barrera de los 30 años, redes como Snapchat son prácticamente imposibles de entender.
Por ello, quienes son padres o tutores de menores de edad necesitan hablar más sobre el sexting (compartir imágenes sexuales por medio de teléfonos celulares).
Entender que prohibirles este tipo de actividades no hará que dejen de enviar fotos o videos íntimos, señalarles los riesgos que implica y buscar soluciones conjuntas.
Y, sobre todo, en el caso de que las fotos se difundan, acompañarles y hacerles entender que son víctimas y que el culpable es quien difunde las imágenes.
También es necesario que en los colegios se hable no solo sobre educación sexual para la prevención del embarazo precoz y de enfermedades de transmisión sexual, sino también acerca del sexting y sus riesgos.
El uso de la tecnología puede ayudar a llegar a los adolescentes sobre los problemas que puede acarrearles compartir fotos íntimas en redes, con un lenguaje acorde a su edad.
El sistema educativo paraguayo necesita actualizarse, usar el lenguaje de los adolescentes, incluir campañas de concienciación sobre los peligros que implica difundir información privada con amigos y extraños.
Pero también es necesario hacer charlas con los padres, explicarles el alcance de términos como sexting o grooming (engaño pederasta) y cómo podría afectar a sus hijos y al entorno familiar.
Solo con una educación de calidad es posible prevenir abusos a través de las redes sociales.
No podemos seguir tapando la realidad. Mientras más información tengan los adolescentes, mayor será la prevención sobre los riesgos de compartir información íntima online.