Río de Janeiro, (EFE). Las bandas de narcotraficantes que operan en las grandes ciudades de Brasil utilizan armas desviadas de ejércitos de Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, según una investigación de la Policía Federal (PF) publicada hoy por el diario Folha de São Paulo.
La “División de Represión al Tráfico Ilícito de Armas” de la PF calcula que el 20 por ciento del armamento de gran calibre incautado a las bandas proviene de otros países.
Sólo del Ejército boliviano fueron aprehendidos, entre abril de 2005 y julio de 2007, nueve armas antiaéreas con el escudo oficial estampado”, afirma el diario.
“Estamos hablando de armas de guerra y no de pistolas, revólveres u otro tipo de armas largas” menos potentes, afirmó el delegado Vantuil Cordeiro, director de la división de la PF, que combate al tráfico internacional de armas, citado por el diario.
En los dos últimos años la Policía Federal se ha incautado de 20.522 armas de este tipo, incluyendo fusiles AK-47, FAL, ametralladoras Punto 50 y pistolas calibre 45 y 9 mm, según la información.
Cordeiro explicó que ese “armamento pesado es desviado de cuarteles y de las policías de esos países. Inclusive del nuestro también”.
Las autoridades brasileñas iniciaron hace dos años la investigación sobre el desvío de armas de ejércitos vecinos con incautaciones realizadas por las policías Civil y Militar e interceptaciones de llamadas telefónicas.
Parte de estas investigaciones revelaron la supuesta participación de un general uruguayo en el tráfico internacional de armas hacia Brasil, según el diario.
Consultados por el diario, representantes diplomáticos de los países señalados dijeron que sus respectivos gobiernos también están investigando estos delitos, pero alegaron que faltan pruebas concluyentes.
La Policía Federal calcula que por cada arma incautada a las bandas de delincuentes y traficantes otras 30 entran ilegalmente a Brasil, en un negocio millonario apenas superado por el propio tráfico de drogas.
Por otra parte y ya en la investigación hecha en nuestrao país, hace algunos años justamente en Pedro Juan Caballero durante un allanamiento realizado por los agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas, Senad lograron decomisar varias armas automáticas que fueron escondidas en un pozo dentro de una vivienda ubicada en Pedro Juan Caballero.
El origen de estas armas era dudoso y por eso se ordenó su decomiso. No se pudo comprobar si fueron ingresadas de contrabando o si eran robadas, pero al menos el Ministerio Público dispuso que el armamento sea entregado a la Policía Urbana Especializada que actualmente está haciendo uso para el resguardo de la ciudadanía.
En cuanto a robos de armas de los cuarteles, muy pocos son los casos denunciados por los superiores de las diferentes unidades y en lo general se opta por ocultar y se busca la forma de volver a recuperar.
Asimismo, existen rumores de que más de cincuenta armas del Ejército y de la Policía Nacional han sido robadas, a lo largo de muchos años, pero esto nadie confirma.
Incluso existen versiones de que en la PUE se habrían sustraído chalecos antibalas y armamentos. Incluso los agentes policiales de esta unidad estarían pagando por la pérdida o robo de esto. Ellos consideran de que esto no es justo, atendiendo que no son los responsables del robo.
En esferas superiores esto se desentiende, pero haciendo un cálculo es posible que estos chalecos hayan ido a parar en manos de bandas organizadas delincuenciales.
Por otra parte, hace algunas semanas se recuperaron dos FAL que fueron robados frente a la casa del Buen Pastor a dos efectivos militares. Se habla de que fueron utilizados para el asalto armado ocurrido en julio pasado en el Aeropuerto Silvio Pettirossi.