Los intervinientes presumen que grupos ligados al narcotráfico fueron los responsables de la quema de maquinarias y de la muerte del empleado de la estancia, Alfredo Martínez Tavarez, quien recibió 10 disparos en distintas partes de su cuerpo.
El hecho ocurrió en la mañana del miércoles y para las autoridades, los miembros de grupos terroristas no tendrían capacidad para trasladarse a esa zona, ya que se cree que su punto de influencia se encuentra en los límites de los departamentos de Concepción y Amambay.
De acuerdo a los datos que dieron los testigos, llegaron entre ocho a diez personas con vestimentas para’i con “camuflados viejos”, que ni la Policía Nacional ni las Fuerzas Militares utilizan.
Algunos de los desconocidos utilizaban botas con cordones y hablaban en castellano, en guaraní y en portugués, según había manifestado el comisario Nimio Cardozo, jefe del departamento de Antisecuestro.
Los desconocidos exigieron a los empleados que abran todas las puertas de las dependencias de la estancia para verificar si se encontraba alguien más en el sitio.
Finalmente, se retiraron del lugar prendiendo fuego e incendiando el sitio. Dejaron un aparato de radio walkie- tokie que será peritado por los que están al frente de las pesquisas. JR