Juan Ángel Napout conoció ayer su destino, deberá estar 9 años en la cárcel, más dos años de prisión domiciliaria tras purgar su pena, al ser declarado culpable por los cargos de crimen organizado, fraude electrónico y recibo de sobornos.
Es el condenado que recibió la pena más fuerte hasta el momento en el caso FIFAgate que entabló la Fiscalía de Nueva York en contra de los dirigentes del fútbol mundial.
La jueza federal Pamela Chen explicó que tuvo en cuenta el historial personal del ex vicepresidente de la FIFA y mandamás de la Conmebol, su estado de salud mental como factores para una condena más reducida con respecto a los 20 años de cárcel que pedía la Fiscalía. Aunque no se difundió sobre la salud mental, según trascendió que se trataría de una personalidad oculta.
La jueza rechazó la mayor parte de los argumentos de la defensa para reducir la condena, subrayando la gravedad de los crímenes y el daño causado por Napout y otros ex directivos a la reputación del fútbol profesional.
Además, dijo no poder comprender la motivación del que fuera presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol para delinquir si no es por otra cosa que “avaricia”, dada su acomodada situación financiera.
Chen consideró además que la sentencia debía lanzar un “contundente mensaje” a otras personas para que no cometan el mismo tipo de delitos.
La condena incluye dos años de libertad condicional una vez que Napout salga de la cárcel y establece que, si es deportado de EEUU, no podrá regresar a ese país.
Recursos legales. A Napout no se le tomará en cuenta los más de dos años que estuvo en reclusión domiciliaria esperando por el juicio, pero sí los ocho meses que estuvo en reclusión en el penal de Brooklyn, así también podrá recibir un descuento de 1/7 parte de la condena por buen comportamiento.
La abogada exclamó que apelarán la sentencia en una audiencia el 4 de octubre.
En el marco del escándalo FIFA, el Gobierno estadounidense acusó a 42 personas y a empresas deportivas de 92 delitos y de aceptar más de USD 200.000.000 en sobornos.
De los 42 acusados, tres han fallecido. Veintidós se declararon culpables y de ellos dos ya fueron sentenciados por la jueza. Catorce aún están en sus países, entre ellos Nicolás Leoz, Marco Polo del Nero y Ricardo Teixeira y Eugenio Figueredo.