03 jun. 2024

Nada justifica la impunidad en el mal uso de recursos del Fonacide

Los fondos provenientes de royalties y compensaciones transferidos a las gobernaciones y municipalidades son públicos; por lo tanto, deben ser monitoreados, evaluados, controlados y fiscalizados por todos los órganos que tienen competencia. El sistema judicial, la Contraloría y el Ministerio de Hacienda están entre las principales instituciones que deben ejercer con efectividad sus roles para no dejar impunes tanto la falta de transparencia y de rendición de cuentas como los delitos en el mal uso de los recursos. Son responsabilidades de las autoridades de estas instituciones el seguimiento y la penalización, por lo que es hora que las ejerzan.

El uso de los recursos del Fonacide por parte de las municipalidades y gobernaciones no deja de generar noticias negativas en lugar de mostrar resultados, no solo de este fondo relativamente nuevo, sino también de los royalties anteriores que ya llevan muchos años más.

Diversos informes dan cuenta de los problemas que hay alrededor de estos recursos. En primer lugar está la falta o mala calidad de las rendiciones que deben realizar las autoridades distritales y departamentales. Año tras año se suceden casos de falta de transparencia y rendición de cuentas.

La ciudadanía quiere saber en qué se usan los recursos destinados a su localidad. La normativa es muy clara en la obligatoriedad de realizar informes periódicos. Si bien es necesario mejorar los mecanismos de información, ni siquiera las exigencias mínimas son cumplidas.

El Ministerio de Hacienda debe dejar de transferir recursos a las entidades que no cumplen con la entrega de los informes; mientras que el sistema judicial, penalizar a los responsables de manera que sea caro faltar al compromiso de transparencia y rendición de cuentas.

Lo ideal sería que las municipalidades se integraran al sistema de información financiera igual que el resto de las instituciones públicas, tal como ocurre con las gobernaciones. De esta manera tendríamos información actualizada, desagregada por tipos de gasto e ingresos y comparable con el resto de las instituciones públicas.

En segundo lugar, es urgente penalizar no solo a quienes no informan, sino sobre todo a quienes ejecutan mal los recursos. Casi diariamente se conocen problemas de desvío de fondos, sobrefacturaciones, pagos sin documentación respaldatoria o mala calidad de las obras. Una reciente noticia señala que hay evidencia suficiente en los órganos judiciales para iniciar procesos judiciales que penalicen las acciones indebidas. Los problemas van desde daño patrimonial hasta desvíos, desapariciones o pagos sin documentos.

No hay justificaciones a la falta de acción judicial. La Fiscalía señaló el bajo número de funcionarios; sin embargo, con los que cuenta no hay resultados. A pesar del cada vez mayor presupuesto dirigido al sector, la percepción ciudadana es que el sistema judicial está empeorando.

El mayor presupuesto no solo no está contribuyendo positivamente, sino que, al parecer, alimenta la pésima institucionalidad pública. En realidad, el problema no es la capacidad del sistema judicial, sino los arreglos entre los agentes judiciales y los políticos de turno.

Por otro lado, el Ministerio de Hacienda debería contar con instrumentos para limitar la transferencia de recursos cuando las gobernaciones y municipalidades no informan o no ejecutan de manera adecuada. Si no cuenta, debería realizar las gestiones pertinentes para eso, como solicitar cambios en las normas para impedir transferencias o mejorar su capacidad de evaluación del gasto.

En realidad nadie tiene argumentos para justificar su inacción dado el marco legal existente. Con lo que se tiene es suficiente para combatir la impunidad vigente en el uso de estos recursos. Solo es necesaria la voluntad de las autoridades, que para eso cobran salarios públicos.

Más contenido de esta sección
A poco más de dos semanas del inicio de las clases en las instituciones educativas oficiales, nos encontramos frente a un desolador y conocido panorama: el abandono de las escuelas públicas. En un rápido recorrido de UH por algunos establecimientos se comprueban pisos hundidos, techos con goteras, letrinas en vez de baños, sin acceso a energía eléctrica o agua potable. Ese es precisamente el estado de la educación pública en el Paraguay, un país desigual que les niega las mínimas oportunidades a sus niños y jóvenes.
Nos encontramos en medio de una nueva epidemia, esta vez es el dengue y la peor noticia, además del costo de vidas que está teniendo es el hecho de que se trata del mismo vector: el Aedes aegypti. Muy pronto la población y las autoridades olvidaron el impacto que tuvo dicho mosquito con la anterior epidemia, aquella vez de chikungunya, que dejó no solamente un tendal de fallecidos, sino además personas que sufrieron largas secuelas de la enfermedad. Resulta inaceptable a estas alturas que un mosquito siga causando crisis en nuestra salud.
No sé el motivo por el cual Hernán Rivas es tan importante para Honor Colorado. El hombre pasea su insolencia por los tres poderes del Estado con total impunidad y, pese a las evidencias de su impostura, sigue disfrutando de una inalterable protección política
A pesar de que ya se había advertido, desde el año pasado, que el verano podría llegar con una epidemia conjunta de dengue y covid-19, poco se ha hecho para evitar las terribles consecuencias de una nueva crisis en el sistema de salud. Las predicciones se están cumpliendo, atendiendo a los datos de Salud Pública; por semana se están contando los casos de Covid-19 y dengue con un aumento del 30%. Mientras, los servicios ya están comenzando a colapsar, mostrando preocupantes imágenes de pacientes en las urgencias aguardando ser atendidos.
El pasado miércoles Nenecho Rodríguez tomó la decisión más aplaudida desde que es intendente de Asunción: Suspendió sine die la vigencia del estacionamiento tarifado de la empresa Parxin.
Hasta hace unos días, creía que el término “nepo baby” era un neologismo creado localmente a raíz del actual escándalo de nuestro Parlamento. Wikipedia me informa que ya fue tendencia en TikTok en 2022, pues fue la palabra con la que los usuarios señalaban a los que se volvían famosos simplemente por ser hijos de artistas famosos.