La investigación dirigida por investigadores de la Universidad de Nueva York (UNY), el Centro del Genoma de Nueva York y el Hospital Monte Sinaí “corrobora los hallazgos de que la mutación D614G hace que el SARS-CoV-2 sea más transmisible”.
Estos descubrimientos se suman “a un consenso cada vez mayor” entre los científicos de que esa mutación es más infecciosa, pero aún no está claro si su rápida propagación “tienen un impacto clínico en la progresión de la enfermedad”, ya que varios estudios sugieren que esta mutación “no está vinculada a una enfermedad más grave o a la hospitalización”, indicó la UNY en un comunicado.
Uno de los firmantes del estudio Neville Sanjana de la UNY señaló que, en los meses pasados desde que comenzaron a investigar, la D614G “ha alcanzado una prevalencia casi universal” y está incluida en todas las variantes actuales de interés.
“Confirmar que la mutación conduce a una mayor transmisibilidad puede ayudar a explicar, en parte, por qué el virus se ha propagado tan rápidamente en el último año”, agregó. Esta mutación, que se localiza en la proteína S (la que usa el virus para entrar en las células), probablemente surgió a principios de 2020 y ahora es la forma más prevalente y dominante en muchos países del mundo. EFE