En respuesta a un tuit del actor y comediante británico Sacha Baron Cohen sobre la necesidad de regular y controlar al gigante tecnológico liderado por Mark Zuckerberg, Musk respondió “#EliminenFacebook es aburrido”.
La semana pasada Cohen escribió: “No dejamos que una persona controle el agua para 2.5 billones de personas. No dejamos que una persona controle la electricidad para 2.5 billones de personas. ¿Porqué dejamos que un hombre controle la información que ven 2.5 billones de personas? Facebook necesita se regulada por los gobiernos, no gobernada por un emperador”. El actor ilustró su posteo con la imagen de Zuckerberg sentado sobre un trono.
Musk respondió al tuit calificando a la red social de “aburrida” y sugiriendo a los usuarios que la borren.
Esta no es la primera vez que Musk critica a la red social. De hecho, en 2018, cuando explotó el escándalo de la consultora política Cambridge Analytica, todas las empresas del multimillonario eliminaros sus cuentas en Facebook, entre ellas, las compañías Tesla y SpaceX.
La reputación de Facebook, que recopiló datos de 87 millones de usuarios de la red social sin su conocimiento, y que luego fueron utilizadas por Cambridge Analytica con fines políticos, quedó muy golpeada.
MULTA. De hecho, estas prácticas fueron castigadas por la Comisión Federal del Comercio de EEUU (FTC) que el año pasado anunció un acuerdo con Facebook por el que la red social será sancionada con 5.000 millones de dólares por su mala gestión de la privacidad de los usuarios y exigirá a Zuckerberg que rinda cuentas por este asunto.
Se trata de la mayor multa jamás impuesta en el país a una empresa tecnológica y una de las más cuantiosas de la historia de la FTC, pero pese a ello los miembros demócratas del ente regulador se quejaron de que esta no va lo suficientemente lejos y no resuelve de raíz las malas prácticas de Facebook.
Además de la sanción, la compañía de Menlo Park (California) se comprometió a cumplir una serie de medidas acordadas para mejorar sus operaciones en lo relativo a privacidad, que incluyen, entre otras, que Zuckerberg, el cofundador y consejero delegado de la empresa, tenga que certificar personalmente los avances en este campo. De este modo, si Zuckerberg mintiese y sus declaraciones no se correspondiesen con mejoras reales dentro de la compañía, se le podría perseguir con cargos tanto civiles como criminales a nivel individual.