Monseñor Adalberto Martínez Flores, obispo de la Diócesis de Villarrica del Espíritu Santo, en su homilía propuso un diálogo y concertación social para el bien común, sobre el Anexo C del Tratado de Itaipú.
En ese sentido, resaltó la carencia de virtudes que no se aplican en la revisión de dicho anexo.
De manera contundente, el monseñor pidió un diálogo y concertación social, agregando que se carece de virtudes como reconciliación, discernimiento, audacia, fraternidad, fidelidad social, perseverancia, servicio y solidaridad.
También instó a que el clamor de los pobres, indefensos y desprotegidos de la patria sean escuchados. “Ser hijos de Dios nos exige el compromiso de fraternidad y buscar el bien común con dignidad. Escuchen el clamor de los pobres, indefensos y desprotegidos de la patria y sean instrumentos de liberación”.
Además, dijo que el país necesita laicos comprometidos en la iglesia, con una conversión continua, para que la sociedad paraguaya pueda trabajar para superar las inequidades sociales, estructurales, la corrupción y la codicia que margina, excluye y causa la muerte por falta de salud, educación, tierra y trabajo.
La actividad en honor a la Virgen del Paso de Itapé se llevó a cabo en el santuario local, donde se erigió una nueva construcción con la que pretenden sea declarada como basílica.
Luego de la misa, se hizo la procesión de la imagen de la Virgen por las inmediaciones, seguida de una procesión náutica en el río Tebicuarymi, con el acompañamiento de la multitud que desde el Santuario Nacional presentaban oraciones, aplausos y gritos. El evento culminó con otra misa de peregrinos a las 10:00. RG