Por Carlos Oviedo
CARAPEGUÁ
En un emotivo acto fue lanzado en esta ciudad el libro denominado “Monseñor Ángel Nicolás Acha Duarte… 25 años después”.
A la ceremonia de recordación de su muerte antecedió una misa concelebrada por numerosos obispos y sacerdotes de la diócesis de Carapeguá, donde Acha fue obispo titular y donde se encuentran enterrados sus restos. Con un lleno completo de la catedral local, familiares, amigos y fieles católicos que conocieron al carismático religioso, varios de ellos rompieron en lágrimas durante la lectura de una semblanza sobre la vida del ex obispo.
Su sucesor, Celso Yegros, interrumpió largamente con un silencio su homilía embargado de la gran emoción. En su momento el obispo emérito Jorge Livieres Banks no contuvo las lágrimas y con voz resquebrajada recordó los últimos momentos de la vida del monseñor Acha, con quien mantuvo una estrecha amistad.
“Fue el día más triste de mi vida viajar de Asunción a Carapeguá para los funerales de monseñor Acha, pero debo decir también que nunca hice un viaje tan feliz de Carapeguá a Asunción, como del sábado 26 de junio, porque al dolor siguió un momento de serenidad y paz, todos coincidíamos en decir que Dios había regalado a esta Iglesia y a este pueblo algo muy valioso, una persona elegida por Dios”, enfatizó el obispo Livieres Banks.
El monseñor Pastor Cuquejo, arzobispo de Asunción, presidió el responso recordatorio sobre la lápida que encierra los restos de monseñor Acha.