Hijo de burgueses que prefirió dedicarse al teatro, el autor francés Molière (1622-173) cumple este mes 400 años aún envuelto en el misterio, a pesar de ser el dramaturgo favorito del rey Luis XIV.
Francia celebra el 400 aniversario del gran autor de comedias con representaciones teatrales, conferencias y actos que se extenderán también a otros países, como Gran Bretaña, Italia, Bélgica o Estados Unidos, aunque con perfil discreto, a causa de la pandemia, refiere la agencia AFP.
Entre los eventos a realizarse, el programa Carrusel de las artes (www.france24.com/ClaroTv France24), a cargo de la periodista María Carolina Piña, presenta este miércoles 19, una conmemoración especial a los 400 años del natalicio de Jean-Baptiste Poquelin (Molière).
Esta edición especial del programa invita a su audiencia a visitar el Teatro de la Comédie Française, heredera y defensora del repertorio del autor en el corazón de París. Además ofrece una entrevista con Martial Poirson, uno de los máximos especialistas franceses de Molière.
La propuesta va también a la localidad de Pézenas, en la región de Occitania (sur de Francia), donde Molière imaginó personajes y situaciones que marcaron el teatro.
“Molière es actualmente el dramaturgo más interpretado, estudiado y traducido en el mundo”, señala Marta Cáceres, coordinadora cultural Alianza Francesa de Asunción.
Cáceres explica que el padre de la creación de la prestigiosa Comédie Française en el Siglo XVII, siempre tuvo como misión “hacer reír a la gente”.
Sus comedias exploran diversas fuentes del registro cómico, y pintan con acierto las costumbres de la sociedad. Molière es un referente clave de la cultura artística y literaria francesa, “su aporte al idioma francés es tan importante que con frecuencia se menciona como la lengua de Molière”.
RELEVANCIA. “La comedia de costumbres y la comedia de carácter, también la farsa y la comedia de intriga alcanzan, en la obra de Moliere los más altos niveles de la dramaturgia universal”, considera José Luis Ardissone, referente del teatro nacional, que desarrolló varias obras del homenajeado.
Ardissone detalla que los personajes de Molière, resultan de una minuciosa observación de la realidad y son a la vez universales. “Poseen siempre algunas características exageradas que resultan en una comicidad que nos divierte y, al mismo tiempo, moraliza”, explica.
Arlequín Teatro presentó en sus años de vigencia en el medio local, varias de sus obras, entre ellas, El médico a palos (dos versiones, una en 1986, dirigida por Carlos Aguilera y la otra en el 2001, dirigida por Liber Fernández).
Además, El Burgués Gentilhombre, con dirección de Alain Gautré; Tartufo (1995), con dirección de Carlos Aguilera y música de Jorge Garbett; la sátira Las mujeres sabias (2010), con dirección de José Delgado y finalmente, El enfermo imaginario (2018), co producción con Marion Martens -en el local de la Alianza Francesa-con el Arlequín, bajo la dirección de Marcela Gilabert.
“Sin duda, recordar a este grande del teatro universal es de justicia, y nuestro público debe reconocer en sus obras la sociedad en que vivimos, con sus defectos y por el camino del arte, lograr una sociedad más justa y soberana”, considera José Luis Ardissone.