Se trata de un moderno edificio, que pretende brindar al público consumidor un ambiente amplio, acogedor y muy cómodo, para comprar sintiéndose como si no se hubiera salido del hogar.
La nueva sucursal ya está atendiendo al público consumidor, de lunes a viernes, de 7.30 a 21.00; los sábados, de 7.30 a 21.30; y los domingos, de 8.00 a 21.00.
comodidad. El supermercado está asentado sobre un terreno de 8.000 m², de los cuales 2.000 m² corresponden al coqueto salón de compras. El edificio cuenta con tres plantas: Un subsuelo para que 130 vehículos estacionen cómodamente, la planta baja en donde se encuentra el extenso espacio de ventas y el primer nivel, donde estará ubicado el restaurante El Molinillo, que comenzará a funcionar en enero del año que viene.
A los niveles superiores se asciende desde el estacionamiento mediante una rampa mecánica y ascensores panorámicos, con la finalidad de otorgar mayor comodidad a los clientes y facilitar el acceso a las personas de la tercera edad o con problemas de movilidad.
Inversión. La adquisición ronda los USD 10 millones, según Oliver Hiebl, gerente general de Casa Rica, monto que cubrió la construcción de la nueva infraestructura, el equipamiento, la ambientación, decoración y los productos para la venta. “Lo que queremos resaltar, más que la inversión en capital o en conocimientos, es que en este local invertimos mucho –y eso se nota y reluce– en el cariño que le pusimos a nuestro salón de ventas, en los detalles y en la ambientación de los espacios”, dice Hiebl.
Añade que la decoración mezcla muchos elementos rústicos y modernos e incluye mucha iluminación natural y luces para realzar los productos, pero siempre manteniendo el estilo nórdico que identifica a la marca.
Categorías. El gerente de Casa Rica indica que en el local cuentan con las mismas categorías de productos que en el local central de la avenida España. El salón de ventas exhibe en sus amplias secciones productos frescos y perecederos, otros de elaboración propia y con la novedad de las pastas frescas “como hechas en casa”.
“El salón se divide en las secciones habituales: Rotisería, panadería, carnicería, verdulería, y en el medio del mismo ubicamos todos los productos de primera necesidad, bien surtidos, variados y coquetamente presentados. También se encuentran los productos gourmet exquisitos ‘para malcriarse un poco’, y los enfriados, que son la tendencia en cuanto a bebidas, alimentos, y los fríos para llevar”, explica.
Hiebl indica que decidieron abrir el local sobre Molas López, porque comprobaron que la sucursal central de la avenida España tiene buena recepción, pero que, por momentos, resulta pequeña. “Además hicimos un estudio de mercado y comprobamos que nuestra mayor clientela se encuentra en Mburucuyá, Trinidad y la zona del eje corporativo”, concluye.