La deuda por 45.000 millones de dólares que contrajo el ex mandatario de derecha Mauricio Macri, el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que suscribió el presidente de centroizquierda Alberto Fernández para refinanciarla, la disciplina fiscal y la inflación alimentan las disputas internas en los dos grandes bloques políticos.
Y aunque falta más de un año para la elección presidencial y ni siquiera cuenta con una estructura partidista nacional, Milei sube en las encuestas con ataques a “la casta” política y una oferta que en Argentina hoy representa la máxima fantasía: volver a dolarizar la economía.
“La pelea dentro del oficialismo es real y es fuerte. No hay solamente un desacuerdo personal, sino que también el presidente comprendió que debe hacer valer su rol institucional”, comentó a la AFP el analista político Carlos Fara, con referencia al duro choque de Alberto Fernández con su vicepresidenta Cristina Kirchner.
Kirchner, quien gobernó de 2007 a 2015, fue la artífice de la candidatura de Fernández, pero cada día aumentan los reproches a su gestión, expresados ya sea a través de metáforas e insinuaciones, o con frases contundentes de sus más cercanos.
El conflicto se da en medio de una muy alta inflación (proyectada en más de 60%), considerada por los argentinos como su mayor problema, según la encuesta de satisfacción política y opinión pública que elabora la Universidad de San Andrés.
Según un sondeo de Ricardo Rouvier de abril, Kirchner tiene una intención de voto de 35,9% para las presidenciales de 2023, y Fernández de 33,8%.
“La apuesta del presidente es por una recuperación económica. Si baja la inflación, dirá que era necesario tener un poco de paciencia. Pero si no es así, Cristina Kirchner reclamará que tenía razón cuando pedía cambios”, dijo Fara.
Pero para Francisco Galán, un estudiante de 17 años seguidor de Milei, la polémica entre presidente y vicepresidenta “es solo una estrategia de Cristina (Kirchner) para apartarse de los problemas. Siempre otro es responsable de los problemas: los capitalistas, la pandemia, la guerra ...”.
La coalición oficialista Frente de Todos perdió en las legislativas del año pasado la mayoría que tenía en el Senado, en un desgaste que ocurrió más rápido de lo esperado y que aprovecharon tanto los opositores de Juntos por el Cambio, de Macri, como el nuevo movimiento de derecha radical de Milei.
OPOSICIÓN. Pero para Juntos por el Cambio, ese avance se ha convertido en un problema, con varios de sus principales dirigentes, entre ellos Macri (con una intención de voto de 33,3%) y el alcalde de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta (44,7%), lanzados en una carrera por la candidatura presidencial para octubre de 2023. Mientras tanto, Milei multiplica sus actos llamativos, sea para rifar su salario de diputado o para presentar El camino del libertario, en la Feria del Libro de Buenos Aires, donde cientos de jóvenes hicieron fila por más de dos horas para obtener su firma.
La socióloga Sol Montero, de la Universidad Nacional San Martín, refiere que Milei capta sus simpatías especialmente entre los jóvenes menores de 30 años, que no se sienten representados por políticos tradicionales.
“Milei capitaliza un estado de ánimo de indignación permanente. Son jóvenes que todo lo que han vivido ha sido malo y se preguntan de qué sirve votar a Kirchner o a Macri”.
En la encuesta de Rouvier, Milei obtiene una intención de voto del 37,7%.
37,7%
de intención de voto obtiene el candidato Javier Milei, según datos de la encuesta de abril de Rouvier.