No está previsto que el encuentro, en el que participan también los jefes de gobierno de los 16 estados federados alemanes, sirva para producir un acuerdo formal, pero sí para limar asperezas y elevar la presión sobre BioNTech/Pfizer, Moderna y AstraZeneca.
“La gente está totalmente desconcertada. Debe haber de una vez por todas un plan de suministro fiable para las próximas semanas y meses”, asegura el presidente de Baviera, Markus Söder, en declaraciones que publicó ayer el diario Augsburger Allgemeine.
La campaña de vacunación ha sido desde antes de su inicio, a finales de diciembre, una fuente de controversias y decepciones. A la lentitud de su arranque, la escasez de vacunas y los problemas burocráticos para organizar las citas, se ha sumado el choque con las farmacéuticas.
La cuestión es particularmente relevante porque de las vacunas dependen no solo el fin de la crisis sanitaria y el inicio de la recuperación económica, sino el contexto en el que se celebren las elecciones generales del próximo 26 de setiembre, las primeras desde 2005 a las que no se presenta Merkel. EFE