El medio hace énfasis en las medidas que tomó el país para evitar la propagación del virus, como el cierre de la frontera, además de disponer de centros de cuarentena.
The Guardian refirió que Uruguay y Paraguay tienen similitudes con poblaciones que no superan los 10 millones de personas, pero con una diferencia social importante, ya que Uruguay posee el índice de pobreza más bajo de América Latina y en Paraguay las estimaciones de pobreza rondan entre el 30 y 50% y “está plagado de corrupción”.
“A pesar de los resultados envidiables hasta el momento, las críticas a la administración de Abdo Benítez son fuertes”, indica el medio.
También refiere que el reclamo público por los múltiples escándalos relacionados con el mal uso de algunos de los fondos designados para manejar la crisis ha llevado a varias renuncias de autoridades de alto perfil.
El medio menciona al doctor Carlos Schaerer, líder de un gremio de médicos, quien dijo que, a pesar del notable éxito alcanzado por las autoridades y la población hasta el momento, “Paraguay se ha quedado en una posición de vulnerabilidad”,
“En circunstancias en las que la generosidad debe ser lo primero y la corrupción debe dejarse a un lado, la corrupción ha aumentado aún más”, dijo. “Si hay una explosión de la enfermedad, estaremos indefensos porque no estamos preparados”, expresó.