Los controles se iniciaron con mayor rigidez desde el 9 de marzo pasado, cuando entró en vigor el decreto presidencial que establece la cuarentena obligatoria como medida sanitaria para evitar la propagación del Covid-19 en el país.
El cierre de la frontera y la prohibición del trabajo de los despachos menores, para que los pobladores no se expongan más al riesgo del contagio del Brasil, a través del comercio fronterizo practicado a través del Puente de la Amistad, ocasionó que los ribereños se arriesguen para cruzar al vecino país por agua, para seguir surtiendo a sus clientes del contrabando.
OPERATIVOS. El capitán de navío Walter Díaz reveló que los contrabandistas establecen sus campanas en improvisados puestos en los puntos altos del barranco del río Paraná, desde donde avisan por radio a los que están trabajando en el paso de mercaderías o personas que van a trabajar al Brasil.
La Policía Federal detuvo a 71 personas, en el lado brasileño y procedió a expulsarlos en ese lapso. Lo mismo ocurrió con 20 personas, expulsadas por autoridades argentinas, por entrar en forma clandestina a su país. La Marina también capturó a algunos que intentaron ingresar en camiones desde el Brasil.
TEMOR. El temor a que se registre un brote comunitario del Covid-19 sigue latente en el Alto Paraná, teniendo en cuenta que además de los detenidos en el cruce entre el Paraguay y el Brasil a través del río Paraná, se registraron casos de personas que evadieron los controles fronterizos y pudieron llegar a sus domicilios sin ser obligados a guardar la cuarentena obligatoria.
En una sola intervención policial fueron detenidas nueve personas, de las cuales seis eran comerciantes que entraron desde el Brasil y otras tres que estaban en la logística para su traslado, entre ellos Darío Bareiro Cubas, hijastro del concejal Celso Miranda, alias Kelembu.
El médico Carlos Torras, coordinador de los albergues prehospitalarios Covid, no ocultó su preocupación con relación a los que ingresan al país sin los controles y que pueden llegar a infectar a toda la comunidad, en caso de que estén infectados del nuevo coronavirus, enfatizando la fragilidad de los controles fronterizos.
INFILTRADOS. La fiscala Estela Marys Ramírez había confirmado en mayo pasado que una pareja entró del Brasil donde estuvieron trabajando por el río Paraná y fue localizada en su vivienda del kilómetro 5,5 de Ciudad del Este.
Otras dos mujeres habían sido localizadas en una vivienda en el barrio Remansito por el fiscal Alcides Jiménez a inicios de ese mismo mes.
En este trance, cinco personas perdieron la vida cruzando el río.
Al menos cinco personas ya perdieron la vida en el intento de cruzar de manera clandestina el río Paraná desde que comenzó el cierre de frontera. También fueron incautadas 147 embarcaciones.
Los guardianes
Los vecinos se erigen en guardianes del cumplimiento de la cuarentena obligatoria, atendiendo a las denuncias realizadas sobre los casos sospechosos de personas que habrían entrado al país sin cumplir con la cuarentena obligatoria. Un vecino del kilómetro 10 Monday presentó una denuncia formal ante la X Región Sanitaria, la Policía y la Fiscalía contra su vecina, que estuvo por el Brasil y apareció en su casa el 2 de junio pasado, presumiblemente luego de entrar en forma clandestina al país.