09 feb. 2025

Martes de Pascua

La ciudad de Magdala estaba situada a orillas del lago de Genesaret. En ella pasó Jesús gratos momentos e hizo muchos milagros. De allí era María, una de las mujeres que seguían al Señor y que había sido liberada de siete demonios. El domingo siguiente se levantó muy pronto, antes del amanecer, salió de la ciudad y se dirigió al sepulcro en el que habían dejado el cuerpo de Jesús. Su amor venció al miedo, ya que tenía la fuerza de quien ama y desea amar siempre más.

Nos la podemos imaginar caminando a paso ligero, con cierta inquietud para no ser descubierta en la puerta de la ciudad, llevando una bolsa con hierbas aromáticas y vendas para terminar de embalsamar al Señor. Va allí para ungir su cuerpo inerte. El camino pasa por delante del monte Calvario, lo que le hace revivir el dolor del viernes. Pero al llegar al sepulcro descubre, con sorpresa, que no hay soldados custodiando el lugar.

¡El sepulcro vacío! María Magdalena llora, hecha un mar de lágrimas. Necesita al Maestro….

«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?» (Jn 20,15), le preguntó también el mismo Cristo cuando la encontró poco después.

Solo cuando Jesús pronuncia su nombre –«¡María!» (Jn 20,16)–, con su peculiar entonación, ella descubre que tiene delante a Cristo, en cuerpo glorioso. «¡Qué bonito es pensar que la primera aparición del Resucitado sucedió de una forma tan personal! Que hay alguien que nos conoce, que ve nuestro sufrimiento y desilusión, que se conmueve por nosotros, y nos llama por nuestro nombre» [4]. La recompensa al amor fiel de la Magdalena es contemplar ahora la belleza del Resucitado. Se ha arriesgado por Jesús, le ha buscado con pasión, y el Señor se lo paga con creces.

Como le sucedió a ella, la voz de Jesús que pronuncia nuestro nombre con un acento personalísimo nos despierta y nos arranca del desaliento. Vivir atentos a su voz, pendientes de lo que Cristo quiere decirnos en cada momento, transforma la vida cotidiana en una constante ocasión de amor.

(Frases extractadas de https://opusdei.org/es-py/article/meditaciones-martes-octava-de-pascua/).