09 jun. 2025

María Eugenia Garay

Mañana digo basta.

Antes de que despunte

Setiembre en las naranjas.

Tu figura precisa

se me escurre del alma,

tus brazos y tu nombre

se esfuman, se desbandan.

Después de tantos años,

después de tantas ansias.

Fue tan breve el momento

que Agosto a mis espaldas

se deshace en cristales

como llovizna mansa.

Y aunque a veces encuentro

que te quiero sin pausas

y recuerdo una tarde

de invierno ya lejana,

cuando urgentes hogueras

de pronto nos quemaban,

la ternura sin márgenes,

las dudas demoradas.

y los ardientes cauces

del amor que estallaban.

Y en ese torbellino

las horas no pasaban.

Hoy que estamos tan lejos

sin una causa válida,

me digo que no importa

que del pasado basta,

y aparto la tristeza

como un viejo fantasma.

Como si nada hubiera sucedido.

Vivir,

amar,

seguir.

Sin que aquello perturbe

la cuenta regresiva de los días.

Barrer las sombras,

espantar recuerdos,

enmarcar una nueva sonrisa

para estrenar el sol de la mañana.

Y ver cómo la piel

que recubre los sueños

se va curtiendo

de tantas cicatrices.

Mirar cómo amanece

ardida de intemperies,

buscando sin cesar

la claridad lejana.

Como si nada hubiera sucedido,

y el alma no llevara

este viejo equipaje repleto

de nostalgia.

Poeta, narradora y periodista, es una prolífica autora nacida en Asunción. Ha escrito libros como: Poesía, en 1983; Recobrario, en 1984; Baile de disfraces, en 1987; y Elección personal, 1987; entre otros. “Su poesía irrumpe sin falsos artificios, desnuda y torrencial, haciéndonos percibir aquello que está más allá de nuestros ojos”. Estos conceptos los recogemos de su libro Verano en Isla Esmeralda, de los que citamos estos versos.

Umbral de palabras