Mañana continúa el juicio oral contra el prestamista luqueño Ramón González Daher y su hijo Fernando González Karjallo, acusados por los delitos de usura, lavado de dinero y declaración falsa.
Tanto el Ministerio Público como los abogados querellantes, Patricia Doria y Carlos Arévalos Girett, solicitaron la pena máxima de 15 años de prisión para el ex dirigente deportivo, mientras que para su hijo pidieron la condena de 7 años y 5 meses de cárcel.
La abogada Doria también solicitó la investigación a la esposa del empresario luqueño, Delcia Karjallo de González, siendo ella parte activa de las cuentas bancarias de los acusados y teniendo conocimiento de todos los movimientos bancarios.
“Eso nos hace sospechar que también tiene participación del lavado de dinero y usura”, precisó.
En sus alegatos finales, la abogada indicó que RGD otorgaba préstamos solicitando cheques adelantados de sus víctimas o de terceros como garantía, “pero como se ha demostrado durante el juicio, estas garantías eran utilizadas por Ramón como un arma para tener a sus víctimas en constante constreñimiento a tal punto de mantener en zozobra a sus víctimas”.
En ese sentido, prosiguió: “Esa era la verdadera intención de Ramón para exigir estos cheques como garantías”.
ESTANDO RECLUIDO. Doria resaltó el manejo de RGD en la Justicia para su beneficio y que estando imputado y recluido en la Agrupación Especializada siguió haciendo denuncias, amenazas y aprietes a sus víctimas.
“Estando recluido en la Agrupación Especializada seguía amenazando a sus víctimas con denunciarlos por estafa, así como declaró Armindo Vera Ferrer”, mencionó la abogada.
Esto, haciendo referencia que unos 33 cheques anticipados de la empresa Digital Entertainment SA, propiedad de Vera Ferrer, quedaron en poder del dirigente deportivo. Uno de ellos fue el que se trató cobrar, estando RGD preso en la Agrupación Especializada, pero debido a que la firma dio una orden de no pago de ciertos números de cheques, se evitó el desembolso, lo que generó el enojo de Ramón, quien llamó desde su lugar de reclusión, vía telefónica, a Armindo para amenazarlo. Esto fue comprobado durante el juicio.
“La imagen que vendía Ramón fue que era la persona más estafada, increíblemente, y estafada más de una vez por las mismas personas. Ramón es el único empresario de este país que fue estafado en varias ocasiones por las mismas personas”, afirmó Doria.