La pandemia nos ha arrastrado justo en un año al peor de los escenarios que nos dijeron llegaría y endeudaron para que no pasara. Sin embargo, entre el robo, el descaro y el egoísmo, hasta este lugar indeseado hemos llegado. No hemos tenido un Gobierno serio, honesto, responsable, riguroso ni empático. Disimuló que le importaba el asunto, mientras las cosas seguían como siempre. El dispendio continuó, el robo se mantuvo en niveles endémicos y todos los malditos creyeron que la pandemia era la gran oportunidad para robar. Nos endeudaron por casi dos mil millones de dólares y los ojos les brillaban a los sinvergüenzas, haciendo los cálculos de cuánto robarían. No les importó nuestra salud, nuestros bolsillos y menos nuestro futuro. Se creyeron indemnes e impunes pero ahora vamos todos juntos a colisionar.
Los manifestantes, entre ingenuos y constantes, pidieron que se vayan todos, pero sin embargo... todos continuaron. Gritaron que dejaran de robar, pero nunca descansaron los ladrones. Dijeron que trabajarían día y noche por nosotros y respondieron que con los chinos es difícil comprar los insumos porque cuando nosotros dormimos, ellos están despiertos y viceversa (!). En medio de todo esto, los aumentos en el sector público continuaron. Los seguros médicos privados del privilegiado funcionariado no cesaron ni con el pastor Weins en el MOPC, que tanto nos habló de la Biblia y de la austeridad de vida del Nazareno.
Con tan solo dejar de contratar seguros privados para los funcionarios nos sobraba hoy para comprar vacunas caras y construirles a los brahmanes un hospital público exclusivo. Pero claro, ese no era el negocio. Por ahí no van los intereses de nuestra casta parasitaria, egoísta y llena de privilegios. Rara situación la de este país, que tiene seguros médicos privados para el sector público y para la gran mayoría del sector privado solo hospitales públicos desabastecidos y robados. Se fue el titular del IPS con el mismo coro de siempre: Ladrón. Sube otro con los mismos propósitos dominado por una casta familiar que hizo fortuna llegando a la presidencia de la ANR a caballo del robo de medicamentos. Y vamos a colisionar. Desgracia para un país que tiene en la corrupción la carcinoma que lo devora, empobrece y mata. Es hora de aprender y de cambiar. Cada pueblo tiene el gobierno que se le parece... a la mayoría, a la que hay enseñar quiénes son sus verdugos y asesinos, porque no solo nos roban sino que también nos matan. Cada persona que no encontró hospital ni medicamentos debe saber que es por clara responsabilidad del sector público egoísta, insensible y privilegiado. Ese que se llena de cargos sin sentido donde el único objetivo es pagarles salarios privilegiados para cosas inexistentes e insultantes como los administradores del ferrocarril o la encargada del “barómetro legislativo”. Malditos… basta de robar, mentir, burlarse del soberano… ahora que vamos en modo colisión, sepan que no somos tontos y que vamos a cambiar con los restos que queden del impacto que vamos a tener.
Volvimos del genocidio de 1870, resurgiremos de ustedes, cáfila de ladrones que nos han dejado morir.