Además de Wendre Scott Carrillo, considerado el sicario que acabó con la vida del fiscal, y del supuesto cerebro, Francisco Correa, también aparecen en escena Marisol Carrillo y su hijo Cristian Monsalve Carrillo, además de Eiverson Arrieta, que se habría encargado del transporte.
Todos ellos se trasladaron desde Medellín hacia la zona de Cartagena para cometer el hecho.
La Policía cuenta con registros de video y de testimonios de personas que los implican, antes, durante y después del crimen.
Se presume que cada uno habría cobrado el dinero por adelantado ya que realizaron ostentosas compras, según las investigaciones. También fueron de fiesta y compartieron costosas cenas.
Luego de cometer el hecho, supuestamente se trasladaron de vuelta a Medellín vía terrestre.
Allí se instalaron en el departamento 1804 de una urbanización popular del barrio La Aurora, noroccidente de Medellín, donde pensaban pasar desapercibidos.
Una de las versiones con que se cuenta es que Gabriel Carlos Luis Salinas, el único integrante de la banda que aún permanece prófugo, no habría quedado contento con el reparto del dinero y delató a sus compañeros.
Salinas es venezolano y, de acuerdo con los datos que manejan los intervinientes, fue el encargado de conducir la moto acuática en la que llegaron hasta la playa privada donde se encontraba Pecci con su esposa. El hombre tiene orden de captura internacional.