Bajo la conducción del maestro Fermín Sánchez, el más adelantado alumno de la escuela de los introductores coreanos que trajeron esta disciplina al país, llegaron los primeros lauros mundiales. Y esa época dorada que transcurrió desde comienzos de la década de los 70 hasta similar etapa de los 80, ya no se pudo más alcanzar.
Hoy, uno de esos campeones del mundo postula para convertirse en el primer taekwondista que logre el título de Décimo Dan. Él es Luis Garay Herrero, un hombre que, docente de profesión, aparte de los logros deportivos que obtuvo, ha dedicado su vida entera a la enseñanza y al ejemplo como marcialista con un efecto multiplicador excepcional.
Mamó el taekwondo desde su misma cuna. Tuvo el privilegio de ser considerado junto a Fermín Sánchez, por los propios primeros maestros, como un luchador de avanzada.
Cabe recordar que la disciplina establecida por el general Choi en 1955 y que rápidamente se expandió por más de un centenar de países del mundo, llegó al Paraguay una década después con dos profesores coreanos: Duk Son Myung y Woo Bok Lee. En 1970, apenas dos años antes de la disputa del primer Mundial, nuestro país tuvo sus dos primeros cinturones negros en el maestro Fermín Sánchez, prematuramente fallecido en un accidente mientras practicaba otro deporte favorito: el paracaidismo, y Luis Garay Herrero, quien hoy es una reliquia viviente que en sí concentra la esencia más pura y acrisolada de esta disciplina marcial.
Ese pionero que todavía extendería en 1974 su perfil de iniciador, ya en competencia, como uno de los primeros paraguayos campeones del mundo, es el maestro Luis Garay Herrero, practicante del taekwondo desde 1968. Está ya próximo a completar cuarenta años de vínculo constante con este deporte. Es 9º Dan y tiene la posibilidad de convertirse, por títulos, méritos, trayectoria y personalidad, como el primer 10º Dan de la historia. Reúne para ello perfil apropiado y los merecimientos para ser elevado a esta condición.
En el año 2004, la entonces Dirección General de Deportes reconoció los méritos del maestro Garay rindiéndole homenaje, junto a otros compañeros, y en reconocimiento a sus aportes al taekwondo de nuestro país lo condecoró con una medalla “Honor al Mérito Deportivo Nacional”, que le fue entregada el 6 de mayo de 2004.