Un artículo publicado ayer por el diario estadounidense The New York Times señala que el ex obispo Fernando Lugo es una amenaza a la hegemonía del Partido Colorado en el Paraguay.
“Ningún partido político en el poder actualmente, en todo el mundo, ha gobernado más que el Partido Colorado aquí. Ni siquiera la dinastía comunista de la familia Kim, en Corea del Norte”, pone en contexto la publicación.
“Sin embargo –agrega–, un carismático obispo católico romano, recientemente suspendido por el Vaticano, está amenazando tal hegemonía y ha emergido como el principal candidato para las elecciones presidenciales del próximo año.”
El prestigioso periódico de la mayor urbe del mundo resalta la figura emergente de Lugo y expresa que este “dejó claro su disconformidad con la idea de que él es una especie de ‘salvador’ o ‘mesías’ para Paraguay, como sus seguidores y también sus críticos han sugerido algunas veces”.
Al describir su estilo político, señala que “pone énfasis en la cooperación más que en la confrontación, y en el liderazgo colaborativo por sobre el culto a la personalidad”.
El New York Times cita la opinión del sociólogo paraguayo Marcial Riquelme, que dice que Lugo, “como sacerdote, tiene buen manejo de la dinámica de grupo y también es un excelente organizador”.
Además –según el análisis de Riquelme citado por el NYT–, “Lugo sabe cómo unir a quienes no se caen bien entre sí y luego mediar entre todos aquellos sectores para conciliar intereses. Esta es una habilidad resaltante en un país donde normalmente estamos en las gargantas de cada uno”.
El periódico norteamericano señala también que Lugo es conocido como “el obispo de los pobres” y que ha sido fuertemente influenciado por la teología de la liberación, corriente de pensamiento revolucionaria que surgió en en la Iglesia Católica latinoamericana en la década de los 60.