Sobre la gestión de los ingresos que se tendrán posterior a 2023, recomendó la creación de un banco nacional de desarrollo e infraestructura, alimentado con la existencia de fondos soberanos, para lo que expuso el caso de los fondos soberanos de Noruega, país que en el año 1990 organizó su riqueza producto del petróleo para apostar por el futuro.
Bajo el concepto de Paraguay 2040, propuso que el desafío del país se debe centrar en cómo desarrollar una estrategia de negociación que propiciará la división equitativa del valor generado por los aprovechamientos energéticos binacionales.
Enfatizó en que de las 10 mil centrales hidroeléctricas, menos del 1% son entes transfronterizos, y que en el Cono Sur la geopolítica de la energía está fuertemente impulsada por las hidroeléctricas de frontera. “Somos pioneros en administrar binacionales”, destacó.
Recordó que Itaipú ya aportó más de USD 16.000 millones a Paraguay y Brasil.
