“Somos hermanos y mejores amigos que nos reunimos para viajar, conceptualizar y materializar nuestras ideas, somos inmensamente afortunados”, empieza diciendo Diego Fernando Luque Caballero, quien junto a su hermana Ana Carolina conforman el dúo Luque-Luque.
Estos integrantes de la nueva generación de artistas nacionales, señalan que en su familia el gen del arte siempre estuvo presente, no solo en la pintura, sino también en lo que respecta a la música. “Crecimos en un ambiente donde el talento musical y pictórico siempre estuvo presente. Un dato curioso es que también tenemos talento para la música”, agrega Diego.
Los hermanos son dueños de dos estudios, uno ubicado en Sajonia, y otro en Miami, Estados Unidos. “Como artistas, viajar es algo muy inspirador para nosotros, por eso estamos tan agradecidos de haber tenido la oportunidad de expandirnos hace cuatro años y abrir un segundo atelier, esta vez en Miami. Este espacio es gemelo al de Asunción y ambos viajamos todo el año para seguir creando juntos nuestras colecciones”, explican.
Los hermanos pintan juntos desde niños y eligieron la carrera de Arquitectura, donde tuvieron profesores de Historia del Arte que les motivaron. “En los libros y museos conocimos a los genios del arte. También admiramos profundamente el trabajo de los artistas y artesanos paraguayos, que tienen un inmenso talento y un altísimo nivel creativo”, expresan.
Dúo. Empezaron a exhibir sus obras en Asunción como Luque-Luque en el 2008. “Desde ese momento nos comprometimos a continuar juntos en el arte para siempre. Cada obra es el resultado de un proceso creativo que involucra una investigación teórica de los temas, fotografías y dibujos, bocetos hechos a mano y digitales, estudios de la luz y el color y, por supuesto, la materialización final en pinturas”, sostienen.
El estilo de sus obras es figurativo, envuelto en un aire vintage, alegre y colorido. Las piezas están inundadas de mucha textura, una mezcla de impresionismo y arte pop que sobresale del marco. Las imágenes están cargadas de simbolismos y elementos patrióticos, culturales e históricos. Sus series más emblemáticas son las compuestas por la bahía, paisajes urbanos y de campo, y danzas paraguayas, así como retratos de personas, casas, autos y mascotas.
“Los paraguayos tienen un gusto exquisito en arte y exigen la excelencia en la ejecución, y saber que alcanzamos el nivel de calidad que se espera de nosotros es una verdadera satisfacción. Nuestra experiencia en el extranjero se da a través de las exposiciones que hicimos en EEUU y Canadá, donde nos recibieron de forma muy positiva y se generó mucha emoción, nuevos y buenos amigos. No tenemos contabilizados los países donde hoy se encuentran nuestras obras, pero sí sabemos que están esparcidas por el mundo, toda América, Europa y la China”, refieren. Hoy están en pleno proceso de producción de una muestra prevista para junio, en Asunción, denominada Salud, dinero y amor, que tendrá como escenario el Centro Cultural Citibank.