Comparar las críticas al Papa por los casos de curas pederastas con el antisemitismo “no es la línea del Vaticano”, afirmó el portavoz, Federico Lombardi, matizando las palabras del predicador de la Casa Pontificia durante la celebración de la Pasión del Señor el Viernes Santo.
Lombardi dijo a Radio Vaticano que “asemejar los ataques al Papa por los escándalos de abusos sexuales de sacerdotes a niños con el antisemitismo no es la línea mantenida por la Santa Sede”.
Lombardi agregó que el predicador de la Casa Pontificia, el franciscano Raniero Cantalamessa, solo quiso hacer pública la solidaridad al Pontífice expresada por un judío, habida cuenta “la experiencia de dolor sufrida por ellos. Ha sido una cita que puede dar pie a malas interpretaciones”, reconoció.
Por otra parte, el Vaticano dijo que la “presentación” que la prensa ha hecho de otro caso de pederastia en EEUU, el del sacerdote Michael Teta, que abusó de niños en Arizona, “tiende a confundir” y aseguró que la Santa Sede se interesó “activamente” en el caso para reducir al estado laical al cura.
Así lo manifestó Lombardi, saliendo al paso de las informaciones que acusan de nuevo al Papa de que cuando era el cardenal Ratzinger esperó más de 10 años para emprender acciones contra Teta, a pesar, según señalan, de las peticiones que en ese sentido le hizo el obispo de Tucson Manuel Moreno.
“La presentación hecha por algunos medios de comunicación del caso Teta, un caso dramático de abusos por parte de un sacerdote de la diócesis de Tucson en la década de los años setenta, trata de confundir”, afirmó Lombardi.
Según el portavoz, en la documentación existente se ve con “claridad y certeza” que los responsables de la Congregación para la Doctrina de la Fe “se interesaron activamente en la década de los 90 para que el proceso canónico en curso en esa diócesis de Tucson acabase debidamente, lo que ocurrió en 1997 con la reducción al estado laical”. EFE