El cantautor Víctor Heredia vuelve a Paraguay para celebrar sus más de 50 años de trayectoria.
El artista presenta su disco doble 50 en vuelo, este sábado 3, en el Banco Central del Paraguay (BCP), con el show 35 años todavía cantamos.
En diálogo con ÚH, el notable compositor argentino se mostró sencillo, sincero y con convicciones claras. “Lo único que tiene que hacer un artista es defender su vocación; es recordar cuál fue el sueño primero, para qué quiero yo empuñar esta guitarra, para qué quiero escribir esta letra, para qué quiero cantar esta canción. No olvidarse de eso”, afirma el creador de canciones de grandes éxitos, tales como Todavía cantamos, El viejo Matías, Dulce Daniela, Razón de vivir, Sobreviviendo, Ojos de cielo, entre tantas otras.
“La canción es un grito interno, y cuando la canción te asalta, te supera, aparece eso; aparece como una catarsis. Uno no grita porque sí, y siempre apuesto a eso, a que las canciones sean tan auténticas como ese grito. Uno no puede acallar ni modificar literariamente lo que aparece”, añade Heredia.
Con respecto a las canciones llamadas testimoniales, de las que él es un gran referente, entre ellas composiciones que se convirtieron en temas obligados de peñas y festivales de protesta en las décadas de los 70 y 80, el músico indica que ellas siguen vigentes porque las razones son actuales.
“En realidad lo que no ha perdido vigencia es la razón por la cual se han escrito. Todas tienen que ver con las expectativas de recuperación de nuestras democracias, derechos y libertades individuales... y esto hace que mis canciones sigan teniendo la vigencia, y no es porque yo lo desee, todo lo contrario”, apunta, añadiendo, que hay artistas jóvenes que, con diferentes estilos y ritmos, “expresan con mucha claridad lo que nos está pasando”.
Siempre “hay una necesidad de perseguir la verdad y de desnudar la antipatía que algunos políticos tienen, incluso hacia la gente que la ha elegido para dirigir”, apunta.
CONCIERTO. En su show, el cantautor realizará un recorrido por sus nuevos temas y éxitos pasados. En el disco que presenta el sábado comparte sus canciones con destacados artistas, como Joan Manuel Serrat, León Gieco, Ana Belén, Teresa Parodi, Axel, Lito Vitale, Pedro Aznar, Juan Carlos Baglietto, Silvio Rodríguez, Sandra Mihanovich, y otros.
“En estos 50 años de carrera, he recogido afecto, cariño, amigos entrañables. Es un camino maravilloso cuando lo transitás con quienes coinciden con vos en la mirada social. Y no pretendo haber sido abanderado de nada”, añade el cantautor que compone cuando le llega la inspiración. “Me asalta en cualquier momento, por ahí en el micro, de gira”, dice.
Sobre algunas de sus canciones comenta: “Ojos de cielo es una canción de agradecimiento a quien como mujer, al lado tuyo, te señala con mucha sinceridad cuál es el camino a seguir”, en tanto que Aquellos soldaditos de plomo, habla del deseo de unas FFAA alineadas a la expectativa popular.
“Creo que hay dos canciones que la gente ha elegido y que se han transformado como en himnos: Todavía cantamos y Sobreviviendo.
El artista tiene gratos recuerdos del público local, el que siempre le ha recibido “con mucho calor y afecto”. “Mi expectativa es siempre la de tener la mejor relación con el público paraguayo, así que voy con toda mi banda para que tengan la posibilidad de escuchar como corresponde el repertorio”, concluye.
En detalle
Concierto: Sábado 3 de agosto. En el Banco Central del Paraguay (BCP), a las 21.00. Entradas en red UTS, desde G. 165.000.
Perfil: Víctor Ramón Cournou Heredia nació en Buenos Aires, el 24 de enero de 1947. Su familia paterna (Cournou) es de origen francés, mientras que su abuela materna pertenecía a la etnia capayán. En 1967, con 19 años de edad, obtuvo el premio Revelación Juvenil en el Festival de Cosquín. En 1969, el premio Consagración en el mismo festival y su álbum El viejo Matías superó el medio millón de copias vendidas. Como autor y compositor ha ganado el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en cuatro ocasiones. Colabora con organizaciones sociales y de DDHH, como las Madres de Plaza de Mayo en Argentina.