La confirmación de que las aguas del río Paraguay pueden llegar a un altura de 7 metros en Asunción, lo que motivará la salida forzada de unas 8.000 familias de las riberas, mueve a las autoridades de instituciones gubernamentales y de la misma Comuna capitalina a buscar soluciones para paliar sus efectos devastadores.
Ayer, en una reunión de técnicos del MOPC, de la SEN, de la Dirección Nacional de Hidrología y de la Dirección Nacional de Navegación y Puertos, se advirtió que en los próximos meses aumentará la cantidad de lluvias hasta tres veces más de lo normal.
La directora de Gestión Socio-ambiental de Obras Públicas, doctora Lorena Balbuena, dijo que se trabajará para establecer acciones y mitigar el impacto de la crecida en el menor plazo posible, todo en base a proyecciones climáticas e hidrológicas para lo que resta del año e inicios del 2019.
MEDIDAS. La implementación de un plan de contingencia ante las torrenciales precipitaciones y el pronóstico de que las mismas seguirán con la misma intensidad, fue solicitada ayer por el concejal Javier Pintos.
En su minuta, derivada a la Intendencia para su consideración, el edil urge que se proceda a la verificación de las condiciones de muros de contención en zona de los bañados y de los puentes, a fin de evitar o minimizar riesgos para la población ribereña.
Asimismo, plantea que se proceda al estudio, elaboración y desarrollo de proyectos medioambientales para combatir la contaminación de la laguna Cateura y el ecosistema del Bañado Sur, bastante afectado por la gran cantidad de basura y efluentes cloacales que se arrojan en el sitio.
Por su parte, el edil Augusto Wagner pidió liberar el sector del Área Refugio para relocalizar a los damnificados.