En medio de la división reinante dentro del principal partido de oposición del país, los llanistas acudieron ayer en masa a la celebración de los 132 años del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que nació como el Centro Democrático el 10 de julio de 1887.
Con banderas, mensajes de unidad y la polca liberal de fondo, unas tres mil personas tiñeron de azul la arteria frente al monolito fundacional, hasta donde acudieron para evocar la fundación partidaria.
A la cita también llegaron los senadores, diputados, intendentes y demás representantes partidarios, que militan en el ala llanista.
En medio de la celebración, el senador Blas Llano insistió en que el diálogo es fundamental para alcanzar la unidad.
Debido a la división reinante, no acudieron el titular partidario, Efraín Alegre, ni legisladores y autoridades que responden a su liderazgo.
En el lugar se montó un escenario donde uno de los oradores fue el senador Blas Lanzoni, quien celebró la gran convocatoria y la presencia de las autoridades del partido, en la persona del senador José Pakova Ledesma, quien sí asistió como vicepresidente primero del PLRA.
En la misma tónica que Lanzoni, quien instó en todo momento a la unidad, la intendenta de la ciudad de Mariano Roque Alonso, Carolina Aranda, subió al escenario para hacer un llamado al partido.
“No estamos en guerra, pero sí en una difícil y dura crisis. Insto a un gran diálogo de unidad porque el país nos necesita”, señaló.
En tanto que la organización a cargo de la Juventud Liberal Radical Auténtica (JLRA), liderada por el concejal departamental de Central Derlis Larroza, dio a conocer un manifiesto en el que instaron a sus líderes a dialogar.
Apostaron porque un PLRA “unido y fuerte será la base para una amplia concertación de partidos, movimientos políticos y ciudadanos que sea alternativa de cambio en 2023”. Expresaron que con tolerancia los líderes van a construir una visión compartida.
CUESTIONADOS. Del acto participaron cuestionadas figuras, como el diputado imputado Carlos Portillo, cuya causa de pérdida de investidura se dilata producto del corporativismo legislativo.
En tanto que el ex senador Dionisio Amarilla, expulsado del Senado por un sonado caso de tráfico de influencias, acudió con su tropa de seguidores, quienes exhibieron pancartas que pedían justicia para su líder y también su reposición en el Senado.