24 abr. 2024

“Limpiar un arroyo cuesta mucho dinero y al mes se llena de basura”

Contaminado.  El  arroyo Mburicaó llega colmatado de basura y efluentes cloacales a la desembocadura en el río Paraguay.

Contaminado. El arroyo Mburicaó llega colmatado de basura y efluentes cloacales a la desembocadura en el río Paraguay.

Altamente contaminados se encuentran la totalidad de los arroyos en Asunción por gran cantidad de basura y efluentes cloacales y desechos químicos que se vierten clandestinamente en sus cauces y sus orillas, en una situación que se mantiene desde hace décadas y a la cual ninguna institución le encuentra solución.

De acuerdo a lo señalado por el director general de gestión ambiental de la Comuna capitalina, David Cardozo, el Mburicaó, el Ferreira y el Morotî son los tres cursos de agua que presentan un estado calamitoso en materia de polución, aunque los demás tampoco escapan a este lamentable panorama.

El técnico indicó que la limpieza de estos cursos hídricos es solo un parche, ya que al mes o a las pocas horas de una tarea que cuesta millonarias sumas, todo se llena de nuevo de desechos y de agua servida.

“Hacemos intervenciones, les caemos a los vertederos clandestinos que se crean y que son muchos, perseguimos a camiones y carriteros que arrojan la basura en los arroyos. Es una tarea difícil”, sostuvo.

ACCIONES. En otro momento, Cardozo indicó que para conseguir resultados se debe apelar a una tarea interinstitucional que involucre al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Ministerio Público y la institución municipal.

“Vamos a recurrir al nuevo Gobierno para que nos apoye en esta tarea de limpiar nuestros arroyos”, dijo.

Informó que solicitaron a la Essap un informe sobre las industrias que tienen permiti- do arrojar sus desechos en el alcantarillado sanitario, recordando que está vigente la Ordenanza 112 que exige tirar aguas claras tratadas en las tuberías. “Esto nos permitirá hacer un monitoreo para detectar a las empresas infracto- ras, de manera a aplicar las multas correspondientes”, indicó.

En ese sentido resaltó que las sanciones económicas para quienes contaminen los arroyos capitalinos oscilan entre los 27 y más de mil jornales.

Finalmente apuntó que en el caso del Mburicaó, más que limpieza se precisa de un plan de manejo de toda la cuenca, siempre con participación de todas las instituciones involucradas en esta problemática.