16 abr. 2024

Limpiadores contra el coronavirus: El otro rostro de la primera línea

Luján –nombre ficticio– no es personal de blanco. Es limpiadora, pero antes de ingresar a la sala de internación aplica los protocolos sanitarios cual si fuera una profesional de la salud. Ella viste el equipo de protección personal, que es una bata celeste –igual al color del uniforme del Consorcio Limpieza Potî–, la mascarilla de protección respiratoria N95 con la pantalla de protección facial, y guantes.

“No es una limpieza nomás”, dice tajante al otro lado del teléfono, Montse Segalés, gerente de Servicios del Consorcio Limpieza Potî. Un limpiador también forma parte de la primera línea de trabajo en el marco de la cobertura de la pandemia. “Nos consideramos y nos sentimos orgullosas de estar en primera línea con los héroes de blanco, ya que el personal de limpieza forma parte del pilar fundamental en esta pelea diaria contra el coronavirus”, cuenta Clara Duarte, supervisora en el Hospital Ingavi del Instituto de Previsión Social (IPS), centro de contingencia de casos de coronavirus (Covid-19). El centro dispone del servicio tercerizado y cuenta con más de 100 limpiadores. Al inicio de la pandemia en el país, el temor se apoderó de los empleados de Potî y renunciaron de manera masiva. “Al inicio, el pánico estaba presente, por miedo al contagio, algunos desistieron y abandonaron el puesto. Con la ayuda de los jefes de Recursos Humanos y Servicio nos dedicamos a darles coraje, valentía, a motivarles que era un momento en el que necesitábamos que saquen todo lo mejor de ellos para enfrentar esta pandemia”, recuerda Clara. Los trabajadores recibieron capacitaciones. AL FRENTE DE LA PANDEMIA Vestida con equipo de protección personal, cubierta de pies a cabeza, Luján realiza turnos que son de ocho horas diarias. Ella hace limpiezas con desinfección general en sala común, un promedio de tres veces al día. El operativo se intensifica en urgencias, sala común, terapia de adulto y pediatría. En terapia hay guardias las 24 horas del día. Cuando se registra un fallecimiento, el limpiador se encarga de una desinfección profunda de las superficies, que puede durar hasta dos horas. Mientras, un paciente aguarda en otra sala para ingresar a la terapia. “Al día de hoy que estamos con muchos pacientes, la labor de los limpiadores es ininterrumpida, hacen su tarea de manera profesional, es decir, cuando hay un alta o un óbito están al llamado para ingresar y realizar en tiempo récord, pero minuciosamente la desinfección porque el siguiente paciente está esperando y no hay tiempo que perder”. Un personal de limpieza se encarga del retiro de las basuras patológicas, limpiezas generales de los techos, paredes, puertas, ventanas, picaportes, camas, mesadas, lavatorios. El último paso es la desinfección de todas las superficies con lavandina. El tiempo de limpieza en una sala común con dos camas es de 60 minutos, en terapia adultos que tiene 4 a 8 pacientes el trabajo se realiza tres veces al día, por un máximo de 30 minutos. No todo es un trabajo mecánico para los trabajadores de la limpieza, también viven anécdotas, reciben agradecimientos y trabajan muy de cerca con el personal de blanco. “Cuando el primer paciente falleció en Ingavi, la esposa estaba internada en sala común, y fue ella quien nos dio mucho ánimo por nuestro trabajo y nos agradeció por el cuidado que tenemos en las tareas de limpieza”, recuerda Duarte. Los limpiadores de Potî reciben apoyo del personal de blanco para el manejo de los protocolos para vestirse. “Ellos siempre están pendientes de nuestro trabajo elogiando nuestra tarea sabiendo que es vital que todo esté limpio y desinfectado. No somos simples limpiadores, sino profesionales de la desinfección”.


nueva amenaza a la salud

ARDUO. Tras un deceso, la desinfección profunda de las superficies puede durar hasta dos horas.

MIEDO. En los primeros meses de la pandemia, muchos renunciaron por temor a contagiarse.

Al principio hubo renuncias, tenían miedo. Hoy en día ya entran de manera profesional a hacer su trabajo.
Montse Segales,
gerente de Servicios.

Nos consideramos y nos sentimos orgullosas de estar en primera línea con los héroes de blanco.
Clara Duarte,
supervisora en Ingavi.

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