En un discurso inaugural, el monarca saudí pidió también un apoyo inequívoco al acuerdo de La Meca que permitió la formación de un gobierno palestino de unidad, un paso que calificó de “muy importante” para la marcha de la paz en la región.
“Ese es un avance muy positivo que exige el fin lo más pronto posible del embargo injusto a los palestinos para que el proceso de paz se mueva en una ruta que permita su éxito y el establecimiento de un Estado palestino independiente”.
El soberano lamentó, por otro lado, la falta de actividad árabe en las crisis de Oriente Medio y pidió que los dirigentes de la Liga se olviden de sus divergencias e intenten obtener la confianza de sus pueblos.
"¿Qué es lo que hemos conseguido desde la creación de la Liga hace más de 60 años”, se preguntó el rey Abdallah, cuyo país ostentará la presidencia del organismo panárabe hasta la cumbre de 2008, y quien no se refirió a Israel respecto al plan de paz.
Lo hizo, sin embargo, el secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa, quien pidió a Israel que acepte la iniciativa, y rechazó las peticiones israelíes de enmendarla en lo que se refiere a los puntos sobre “el derecho de retorno” de los refugiados palestinos y la retirada de los territorios árabes ocupados en 1967.
Este plan, presentado por Arabia Saudí y aprobado en la cumbre de 2002 en Beirut, ofrece en su líneas generales el reconocimiento de los 22 miembros del organismo panárabe del Estado de Israel a cambio de la retirada israelí de los territorios árabes ocupados en 1967.
El presidente sudanés, Omar al Bashir, ex presidente de la cumbre, también instó al levantamiento del bloqueo a los palestinos, y a que la comunidad internacional apoye el plan de paz árabe.
“No habrá paz ni estabilidad en Oriente Medio sin una solución justa (al conflicto con Israel) que devuelva a los palestinos sus derechos y garantice el establecimiento de un Estado palestino independiente con su capital en Jerusalén”, dijo Bashir.
“Esta paz debe basarse en las resoluciones de la ONU y la iniciativa árabe” aprobada en la cumbre de 2002 en Beirut y que el reino wahabí tiene previsto revitalizar en la de Riad, añadió.
El rey Abdallah como Bashir y Musa se comprometieron a seguir adelante con los esfuerzos para solucionar las crisis en Líbano e Irak, y pidieron ayuda en ello de la ONU. - (EFE)