El encuentro, organizado por la Comunidad Sant’Egidio bajo el lema Nadie se salva por sí solo, transcurrió en dos sesiones: Un acto de oración en el que cristianos, judíos, musulmanes y budistas rezaron en varios puntos de Roma, y otro conjunto en la plaza del Campidoglio ante el presidente italiano, Sergio Mattarella.
Los cristianos, ortodoxos, protestantes y católicos, se reunieron en la céntrica iglesia de Ara Coeli y ante ellos el papa Francisco, alertó que la pandemia puede servir también como “una lección” útil para pensar un modo de salir de los conflictos y prevenir nuevas guerras: “Ningún pueblo, ningún grupo social puede por sí solo lograr la paz, el bien, la seguridad y la felicidad”.
El rabino jefe de Francia, Haïm Korsia, defendió que el mundo “necesita ejercitarse en el encuentro, el debate, pero siempre con la esperanza de encontrar al otro”. EFE